Hoy en este post, os vamos a hablar de la ciudad de Nitra. Para los que no conozcáis todavía Eslovaquia, os diremos que ya estáis tardando en poner rumbo a este maravilloso país. Conscientes y bien informados sobre lo que Eslovaquia ofrece al viajero, nosotros lo teníamos bien claro, había que dedicarle unos días y fue durante nuestro #Europara3, cuando tuvimos la ocasión idónea. Hicimos una ruta sobre ciudades y pueblos a los que mereciera la pena acercarnos y por casualidad en ese listado apareció la ciudad de Nitra.
Nitra, historia, leyendas y buena cerveza
Nitra es la cuarta ciudad más grande de Eslovaquia y separada por tan solo 100 kilómetros de la archiconocida Bratislava, de la que os hablaremos en otro momento, datan su origen en el siglo IX. Esta ciudad cuenta con un pasado histórico de un valor incalculable, dicen de ella que fue el lugar elegido por los primeros eslovacos para establecerse y mucho más importante aún, Nitra presume de ser la ciudad que acogió la construcción de la primera iglesia cristiana de la Europa Oriental y Europa Central y a su vez, la del primer Obispado de la actual Eslovaquia.
Con el paso de los siglos, Nitra a dejado en el pasado un sinfín de apasionantes leyendas, sobre valientes caballeros y hermosas princesas, para convertirse en una importante zona universitaria e industrial, donde se organizan importantes congresos a los que acuden empresarios de todo el país.
Cuando paseas por sus calles notas que se respira un ambiente tranquilo donde sus gentes son simpáticas para con el visitante, la verdad no muy frecuentes por aquí, por lo menos a los que se nota a la legua que no son eslovacos.
Caminamos por sus calles peatonales abarrotadas de todo tipo de comercios, pero también acudimos a la oficina de turismo, como suele ser habitual en nosotros al llegar a un destino nuevo, para recabar información de los puntos más interesantes de la ciudad y esto fue lo que nosotros visitamos.
Bajo un tórrido sol de media tarde, enfilamos desde la oficina de turismo situada en el centro del casco antiguo hacia el Castillo, La Catedral y el Palacio Episcopal, situados en lo alto de una colina a la que se accede serpenteando por los callejones de la ciudad. El ascenso lo hicimos a paso ligero, pues amigos aquí los museos, castillos y demás centros de interés turístico como muy tarde cierran entre las 17h y las 18h, así que no había tiempo que perder si queríamos visitarlo.
Una vez arriba y después de respirar profundamente para recuperar el aliento, es cuando te das cuenta de las maravillosas vistas que te regala la altura sobre los verdes valles que rodean Nitra, su río, sus rojizos tejados y la majestuosidad de sus edificios históricos.
La visita al Castillo y sobre todo a su majestuosa Catedral nos llevó un par de horas, de las que disfrutamos enormemente, ya que además de las espectaculares obras de arte que se pueden admirar en su interior, disponen de una extensa colección de fotografías situadas en un patio al exterior en el que paso a paso te van describiendo en imágenes la historia de sus monumentos.
Iniciado el descenso nos topamos con una bonita plaza llamada Pribina, rodeada de calles empedradas y bonitas casas burguesas pintadas de bonitos colores, en la que observamos dos de las insignias de la ciudad, por un lado la estatua de un antiguo príncipe de Nitra llamado como la plaza y otra estatua y quizás la más famosa de las dos, dedicada a Corgon.
Seguro que a muchos de vosotros el nombre de Corgon os suena y nosotros sabemos porque. Claro, es el nombre de una rica cerveza eslovaca, pero sabéis a que se debe realmente ese nombre?
Atentos!!
Corgon era un hombre que habitaba la antigua Nitra, poseía una enorme fuerza, no en vano era herrero y cuenta la leyenda que cada vez de Corgon golpeaba un trozo de hierro con su martillo temblaba Nitra. Corgon vivía en la zona alta de Nitra, muy cerca del Castillo. Un día aparecieron los turcos para conquistar la ciudad y cuando se disponían a atravesar las murallas de su Castillo para apoderarse de él, apareció el musculoso Corgon y venció a los turcos lanzándoles enormes rocas que arrancaba del suelo, las levantaba con sus fuertes brazos y las hacía volar por encima de unos asustados invasores que no tuvieron más remedio que salir huyendo.
En honor a tan honrosa hazaña, la ciudad de Nitra impuso su nombre a la cerveza más famosa del lugar y erigió una estatua del herrero en la fachada de uno de los edificios de la famosa Plaza de Pribina.
Bueno, hasta aquí nuestro paso por la interesante Nitra, ¡por cierto!, la cerveza Corgon, está impresionantemente deliciosa, ya tenéis otro motivo para visitar la ciudad.