Os preguntaréis …Malatya? ¿donde está?, ¿es interesante?, ¿Conocéis el Kurdistán?
Pues si amigos, gracias a que viajamos siempre sin nada contratado vamos cambiando el itinerario pensado y decidiendo sobre la marcha. Esta vez como casi siempre, no iba a ser diferente y que bien nos salió!!, porque fuimos a un lugar maravilloso del Kurdintán Turco.
Nos encontrábamos en Amasya, una pequeña localidad cercana al Mar Negro en Turquía, cuando a la segunda mañana de estar allí pasamos junto a una agencia de buses de largo recorrido, nos paramos en el escaparate y nos dio por preguntar si había buses para ese día hacia Malatya. Nos confirman que si, y que si queremos podemos dejar las mochilas allí hasta la hora de salida, aceptamos inmediatamente!! y corriendo a la pensión a recogerlas. También podéis encontrar viajes baratos a esta región.
El trayecto del bus era nocturno, salimos sobre las 7 de la tarde y atravesamos Anatolia a lo ancho, nueve horas de un largo trayecto y diez paradas, que nos llevaría por unos lugares de ensueño, el bus iba repleto de viajeros y nosotros los únicos extranjeros que viajábamos en él, hasta entrar en la región del Kurdistán.
Parte de la atracción de este viaje fue cuando ya cerca de la ciudad a unos 100 kilómetros, una espectacular tormenta empezó a caer encima de nosotros. Como llovía!!, la tormenta empezó a volverse eléctrica, los rayos caían a un lado y a otro de la carretera, era una recta interminable con montañas al fondo, el bus se iluminaba por completo de la cantidad de rayos que caían, en medio de una noche cerrada y cada vez que eso ocurría, podías ver el paisaje que nos rodeaba, ¡¡algo impresionante!!, nunca visto por nosotros, hubieron momentos en que algo de miedo pasamos, creo que hasta algo rezamos. Entre esto el pequeño Álvaro dormía plácidamente y no se enteró de nada. ¡¡Que felicidad!!
Por fin llegamos a la estación de buses de Malatya sobre las 4 de la mañana, ésta se encuentra a las afueras de la ciudad, así que esta vez pillamos un taxi, nos dirigimos a un hotel que nos recomendaba la guía Lonely Planet, el Hotel Yeni Sinan, todo un acierto esta vez, era muy céntrico, muy económico y con un riquísimo y abundante desayuno turco incluido. ¡¡ como nos gustan los desayunos turcos!!, con esas olivas negras y esos huevos duros, sus panes y su mermelada de cereza…
Esta ciudad era un paso intermedio y necesario para llegar a nuestro próximo destino. Queríamos subir al Monte Nemrut (Nemrut Dagi), y en la oficina de turismo de Malatya organizaban unas excursiones de dos días hasta él a un precio muy bueno.
Malatya es una próspera ciudad en la que su economía se basa prácticamente en la agricultura, es el primer exportador a Europa de albaricoques, así como de cerezas.
No hay mucho atractivo turístico en ella, un bazar muy animado y poco más. Nuestro días aquí fueron pasearla, disfrutar de sus jardines y parques, jugar algún partidillo de fútbol con los niños y conversar en los cafés con los lugareños. Les llamaba mucho la atención que estuviésemos visitando su ciudad, no dejaban de acercarse a nosotros para preguntarnos que hacíamos allí, muchos lo hacían para poder practicar inglés.
Otra de las cosas que hicimos fue disfrutar de las ricas pizzas turcas-anatolias que hacen en las panaderías y es algo muy recomendable. ¡¡Son exquisitas!!
Éramos los únicos extranjeros en la ciudad, salvo una parejita de chicos austriacos que también andaban por allí y que resultó que se vinieron con nosotros hasta el Nemrut Dagi.
Una ciudad que recomendamos visitar, vivir la experiencia de conocer una ciudad nada turística de Turquía, es algo que no os podéis perder.
