Nunca olvidaré lo que me costó decidirme para unas vacaciones en Marruecos. El destino desde luego que me atraía, pero no lo voy a negar, me transmitía mucho respeto. La gente que ya había estado en el país, hablaba de unas condiciones higiénicas bastante precarias. Por aquel entonces Álvaro tan solo tenía cuatro añitos, así que, creo que parte de mi indecisión era porque mi hijo era demasiado pequeño.
Desde que surgió la idea hasta que compramos los billetes pasaron unos cuantos días, te recomendamos que hagas click aquí para encontrar los tuyos. eDreams redactó este verano un informe de lo más interesante con datos acerca de como viaja cada generación, que destino elige, cuando y por qué.
Desde luego, disfrutar de unas vacaciones en Marruecos sonaba de lo más exótico, así que nos pusimos manos a la obra y poco a poco fuimos borrando los miedos de nuestra cabeza. El viaje fue todo un éxito y con el paso del tiempo, tengo que confesar que cuando me preguntan por uno de mis destinos favoritos mi respuesta es, Marruecos.
Qué visitar durante unas vacaciones en Marruecos
Desde luego, lo de conocer Marrakesh y su famosa plaza de Yamaa el Fna lo teníamos más que claro, pero ¿que más sorpresas nos tenia preparado este país?
Gracias a que nos empapamos de información de otros blogs, revistas y algunos documentales, descubrimos que además de la archi famosa Marrakesh, había otras ciudades que verdaderamente merecían la pena. Fez y Meknés, nos llamaban también poderosamente la atención por todo lo que sobre ellas habíamos leído y oído. Un paseo por el desierto, una rápida visita a Las cascadas del Ouzoud, a 150 kilómetros de Marrakesh y que son las más grandes del norte de África. Sin olvidarnos de la visita a la Kasbah más famosa del mundo completa mi recorrido por Marruecos.
FEZ
La más autentica de las tres, por lo menos para mi. Mientras paseas por sus laberínticas callejuelas te vas dando cuenta de lo maravillosa que es. No en vano es la capital cultural y religiosa de Marruecos. Pasear por ella es retroceder en el tiempo, porque para Fez, el tiempo se detuvo hace siglos.
Visitar su zoco, sus tenerías o zoco de los curtidores de piel. Disfrutar de un rico café o té en sus míticas cafeterías mientras te fumas plácidamente una narguile. Son algunas de las cosas que debes hacer antes de abandonar la ciudad.
MEKNES
Es de las tres ciudades que os he mencionado, la más tranquila. ¿Que ver y hacer en la ciudad? por supuesto pasear por su zoco, la plaza el-Hedim, la Puerta Bab el- Mansour, museo Dar Jamaï, el Mausoleo de Mulay Ismail y la madraza de Bou Inania
NOS VAMOS AL DESIERTO
Por supuesto, no podíamos en nuestras vacaciones en Marruecos dejar de acercarnos al desierto y sentir en nuestra propia piel la suave brisa que peina las dunas. La experiencia no pudo resultar más alucinante. Después de dos horas a lomos del camello, de nombre Pepito (bautizado por Álvaro), llegamos a nuestro campamento.
Cuatro jaimas de lo más destartaladas iban a ser nuestro hotel de 5 estrellas esa noche. Por cama, la fresquita y blandita arena, sobre ella, unas cuantas mantas dobladas, las mismas que habían protegido nuestros culetes a lomos de Pepito. La tela de la jaima tenía más agujeros que un queso de gruyere. Aunque no lo creáis, así estaba perfecto.
Gracias a ello, desde nuestro humilde catre, disfrutamos el mejor espectáculo del mundo. Un cielo lleno de estrellas junto a una hermosa y brillante luna que parecía estaban bailando para nosotros, dándonos así, la bienvenida a su desierto.
Encaramados a lo alto de una de las impresionantes dunas que rodeaban nuestro campamento nos esperaba nuestro guía para deleitarnos con un tradicional cuenta cuentos. Su desgarrada voz le daba un especial toque de misticismo al relato. Casi sin pretenderlo, la narración irrumpía en el silencio de la cálida noche.
LAS KASBAH
Estas edificaciones de adobe son para Marruecos, lo que los castillos medievales para Europa. Monumentos arquitectónicos completamente hechos con barro y adobe y con unas imponentes torres que servían a los pueblos beréberes para defenderse.
Sin duda, la Kasbah más famosa y mejor conservada de Marruecos es la de Air Ben Haddo. Declarada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad y elegida por los mejores directores de cine del mundo. Aquí se han rodando escenas de películas tan importantes como La Momia, Gladiator, Lawrence de Arabia, la joya del Nilo, Alejandro Magno, o la última tentación de Cristo.
Marruecos desprende olor, color y sabor por todos los rincones, su gastronomía es de las más sabrosas del mundo. Nunca he vuelto a comer un cordero tan rico como el que preparan por aquí u olido el aroma de sus tallines de pescado. Haber disfrutado de la cromática de colores de sus puestos en los mercados. Cientos de montañitas de rojos por el pimentón, amarillos por el azafrán o el curry y marrones teñidos por la canela.
Playas eternas de arenas doradas como las de Essaouira. Los que no habéis estado en este pueblito, no os podéis imaginar el ambiente tan chulo que se respira aquí. El mejor sitio para comerse un buen plato de sardinas recién pescadas mientras disfrutas del atardecer de un intenso naranja.
Si todavía teníais dudas, después de leer este post espero estéis preparando las maletas para disfrutar de unas vacaciones en Marruecos.