Echando la vista a tras, aún no se el motivo porque elegimos Grecia como país para nuestro primer viaje largo y fuera de España los tres juntos, Álvaro no había cumplido su primer añito de vida y lo haría en pleno viaje, pero fue el elegido. Podría ser por algunos recuerdos de mi juventud cuando estudié historia, o quizás de algún documental de viajes por las islas Cicladas, haber visto en un atlas las fotos de Meteora, la relativa cercanía con España, país de la U. Europea, no lo sé, pero allí nos fuimos.
Encontramos un país en pleno crecimiento, iba a más. Era el año 2002 y se estaban preparando para organizar las Olimpiadas de Atenas de 2004, así que os podéis imaginar que se manejaba mucho dinero, aunque no se viera reflejada esa opulencia por las calles.
Grecia siempre ha atraído al viajero por su riqueza histórica y arqueológica, situación en el Mediterráneo, cantidad de islas de ensueños y su riquísima gastronomía. Cuna de la civilización europea, creadores de la democracia, la filosofía, el caos y la tragedia, de estas dos últimas junto con la grave depresión económica y social, es lo que mas te puedes encontrar si la visitas hoy en día.
Fuimos en el otoño concretamente en el mes de octubre de 2002, recuerdo que para nada fue un viaje 2.0, todo lo contrario, ni correo electrónico teníamos, muchas dudas se nos echaban encima, íbamos al extranjero con nuestro bebe, por libre y 25 días. Encontraríamos botes de la leche que él toma?, o serían de otra marca, los cereales serían los mismos?, y los potitos?, y los….., muchas dudas. Pero tiramos de imaginación y sobre todo de teléfono, llamamos a atención al cliente de las marcas que utilizábamos aquí y pedimos información sobre si podíamos encontrar los productos allí y donde los vendían.
Y la verdad que todo fue como la seda, ni un solo problema.