Nuestro viaje en furgoneta llegaba a su fin, ya habíamos dejado a Montse en el aeropuerto de Madrid. Ella debía regresar antes a casa por motivos laborales, y los otros dos aún tenían unos días por delante. Así que de camino a Huelva ,lugar donde deberían embarcar “La Cali”, pasarían una jornada por Extremadura. El primer lugar donde decidieron hacer una parada, no era ni mas ni menos que Trujillo, tierra de conquistadores.
Trujillo es uno de los municipios mas poblados de la provincia de Cáceres, pero paseando por sus calles aún se puede sentir esa sensación de pueblito cercano, en el que todo el mundo se conoce y que rápidamente, a dos extraños como nosotros, te hacen de ellos. La alegría de sus gentes, su acogedora cordialidad, lo convierten en un buen destino para visitar.
Trujillo es parte importante de la historia de España, ya que en ella nacieron dos de los mas grandes conquistadores del Nuevo Mundo (America), Francisco Pizarro (1478),conquistador de Perú y Francisco de Orellana (1511) descubridor del Río Amazonas. Toda esta importancia histórica han hecho de ella una de las ciudades más turísticas de Extremadura. La localidad es famosa por sus monumentos, entre los cuales destacan el castillo (antiguo alcázar árabe), la iglesia de Santa María (siglo XIII) , la iglesia de San Francisco, y su Plaza Mayor. Todas muy cerca las unas de las otras y eso facilita su visita.
Nuestra parada no fue muy extensa, solo medio día y hacía mucho calor, era finales de agosto y visitar la ciudad en horas del mediodía se hace notar. De todas formas fuimos valientes y sin miedo nos dedicamos a recorrer los puntos históricos mas interesantes.
La Plaza Mayor corona el centro histórico de la ciudad, de forma rectangular y muy amplia, está rodeada en gran parte de soportales. En uno de sus extremos está la estatua ecuestre de Francisco Pizarro. En sus orígenes, esta plaza era ocupada por arrabales, artesanos y comerciantes. Posteriormente, en ella se construyeron palacios y casas señoriales. En la actualidad ha perdido su esplendor comercial y de negocios varios, basándose casi en exclusividad en negocios de hostelería.
El Castillo de Trujillo fortaleza de origen árabe, fue construida entre los siglos IX y el XII, se sitúa en la parte mas alta de la ciudad, en el cerro conocido como Cabeza del Zorro. El castillo está construido con bloques de granito de sillería y tiene alrededor suyo varias torres cuadradas defensivas.
La Iglesia de Santa María es uno de los templos religiosos mas importantes de la ciudad. De estilo románico tardío, su construcción se inició en el siglo XIII, fue reconstruido y ampliado en los siglos XV y XVI en estilo gótico. El edificio consta de tres naves que están cubiertas por una bóveda de crecería, dos portadas orientadas al este y oeste, y dos torres: la llamada «Torre Nueva», situada a los pies y la «Torre Julia» en la cabecera.
Trujillo es mucho más, un lugar para explorar con algo mas de tiempo, degustar su rica gastronomía, saborear sus deliciosos caldos y visitar sus alrededores que esconde maravillas naturales.