Ya lo dijo Walt Disney…”Todos nuestros sueños se pueden hacer realidad si tenemos el coraje de perseguirlos”. Nunca olvidaré mi viaje a Noruega y mucho menos el navegar por el Fiordo de los Sueños, era uno de mis sueños viajeros y ya veis, se hizo realidad!
Una primera toma de contacto con el país para visitar y disfrutar de su capital, Oslo. Apenas unas horas, bastante intensas, todo hay que decirlo, para comprobar que Noruega mola. Pero no había venido hasta aquí para quedarnos en Oslo. Mi viaje tenia otro cometido, conocer una de las partes más alucinantes de Noruega, sus fiordos y en concreto el Fiordo de los Sueños.
De camino a mi Fiordo de los Sueños
El fiordo de los sueños, es el más largo y profundo de Noruega. Alcanza una profundidad de 1300 metros bajo el nivel del mar y una longitud de aproximadamente 200 kilómetros. Uno de sus brazos, el Naerøyfjord, es desde 2005 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Con la misma ilusión que una niña chica espera a los Reyes Magos, esperaba yo salir hacia el Sognefiord o Fiordo de los Sueños. Por fin ha llegado el momento. El despertador suena muy temprano en mi acogedora habitación del Thon Hotel Panorama de Oslo.
Casi son las 6 de la mañana, me asomo por la ventana y compruebo que todavía es de noche. Una ducha rápida y corriendo a desayunar, apenas tengo hambre, el estomago está encogido, como un puño. Un poquito de salmón, por supuesto, fruta, un pancito y un café.
Mochila a la espalda camino hacia la Central Station para coger el tren de alta velocidad llamado FlyToget en dirección al aeropuerto. Tic Tac Tic Tac, subo al avión y empieza la cuenta atrás.
Volamos dirección a la bonita ciudad de Bergen y en apenas una hora ya estamos tomando tierra. Si queréis comprobar lo bonito que es Bergen os invito a que leáis este post que escribí hace unos días. Después de hacer el check-in en el hotel FIRST Hotel Marin Bergen, me acerco al muelle, uno de los más famosos del mundo, y ahí está, el Fiordo de los Sueños me da la bienvenida.
Al día siguiente, embarco en el Ferry después de visitar la famosa iglesia de madera Hopperstad Stave Church en el pueblecito de Vik. Ahora si que puedo decir que estoy en el Fiordo de los Sueños, una breve pero intensa travesía entre Vangnes y Hella, me hace darme cuenta de ello. Desembarco, cuarenta y cinco minutos de coche hasta llegar a Vesterland.
Durante todo el recorrido, Impresionantes cascadas y hermosos pueblitos con casitas de madera pintadas de vistosos colores, salpican el paisaje. Me contaron que los colores de las casas antaño no eran por casualidad, tenían un significado. Por ejemplo, las de color rojo eran granjas y las blancas de un médico, ¿interesante verdad?
Me calzo las botas y me dirijo por un pequeño y precioso sendero al mirador de Kaupangerholten. Cuando llegas aquí sobran las palabras, te quedas muda, las increíbles vistas hacia el Fiordo de los Sueños son espectaculares! A decir verdad, por más fotos que vea uno sobre los fiordos, hasta que no estas en ellos, no te haces una idea de lo maravillosos que son.
El Fiordo de Los Sueños me ha hecho despertar sensaciones que no había sentido nunca. Una paz infinita que te envuelve, solo interrumpida por el murmullo de los que como tu exclaman ante tanta belleza.
Ya sabemos todos que viajar a Noruega no resulta económico, pero por un sueño, bien merece la pena intentarlo.