De todos es sabido que China es un país que posee unos paisajes espectaculares, una cultura milenaria pero lo que muchos desconocen es que también disfruta de unas normas y costumbres bastante diferentes a las nuestras, muy distintas a todo lo que estamos acostumbrados. Durante el largo viaje que hicimos por este país el verano pasado, muchos fueron los momentos divertidos y a veces menos gratos que pudimos disfrutar junto a ellos, los chinos. Partidas de cartas en los trenes, conversaciones besuguinas de varios minutos, empujones y demás artes para colársenos, pero lo que más hicimos con ellos fue reírnos y también jumpear.
Creemos firmemente por las expresiones de sus caras que hubo muchos momentos en los que los pobres chinos creyeron que estaban viendo frente a sí a tres especímenes de ojos redondos de lo más extraños y os preguntaréis que es lo que hicimos para causarles esta sensación, nada raro…solo saltábamos aquí y allí. Sin ir más lejos, que pensarían muchos de nosotros si fuéramos chinos y se nos acercara una linda familia de occidentales, plantando un trípode en medio de cualquier sitio tipo, el patio central de la Ciudad Prohibida, o, cortando el paso en la Gran Muralla y porque no, ya que estamos, un Jump a los pies del Gran Buda de Leshan y…y….y así en medio país…y empezaran a dar saltos uno tras otro a la voz de, Uno, Dos yyyyy Tres, Yá!!!
Jumpear nos gusta, nos hace reír y disfrutar.
Habíamos descubierto gracias a nuestro buen amigo Isra, (Jumpeador profesional), que el arte de Jumpear era una buena y fácil manera de acercarnos a los lugareños y hacer lo que más nos gusta de nuestros viajes, compartir momentos, risas, experiencias.
Los pobres chinos, no daban crédito al circo que a su alrededor montábamos día tras día, ciudad tras ciudad, monumento tras monumento. Un circo con tres payasos y una cámara como protagonistas con ganas de regalar sonrisas en el que poco a poco se iban integrando, primero animaban a sus hijos a saltar con nosotros, luego se acercaban los adultos cámara en mano para inmortalizar tal galimatías y ya se sabe, una cosa trae a la otra y al final unas veces por iniciativa propia y otras muchas porque éramos nosotros los que les animábamos a participar, el caso es que al final todos a saltar, todos a reír, a sudar y a disfrutar!!
Jump, Jump Jump!, One, Two, Three! … o pal caso lo mismo… Uno, Dos, Tres! lo siguiente os lo podéis imaginar, Plas! Plas! Plas! y JaJaJaJaJa! y Uff, Uff, Uff!!
Para no aburriros con más detalles perfectamente inimaginables, es mejor que sigamos con este divertido post pero que lo veáis en imágenes.
¡¡Todos a Jumpear por China!!!