La primera vez que decidimos salir de Tenerife con nuestro hijo Alvaro y empezar así nuestra trayectoria como familia viajera con el peque, éste no había cumplido los dos meses de vida.
Desde su nacimiento en octubre de 2001, lo único que habíamos hecho con el bebé era recorrer nuestra isla. Estaba claro que no nos suponía ningún trastorno salir de casa con él, pero aún así, empezamos con trayectos cortos de una hora de coche para ver como reaccionaba el peque. Cuando nos dimos cuenta de que el niño seguía con su ritmo de comidas y sueño tan normal, empezamos a alargar nuestras salidas y a disfrutar de días enteros fuera de casa.
Una nueva familia viajera se pone en marcha!
Llegó diciembre y con él la boda de unos amigos en Galicia, nos apetecía ir y en ningún momento nos planteamos no llevarnos al bebé, vamos! ni se nos pasó por la cabeza. Éramos padres primerizos, inexpertos totalmente, ni siquiera teníamos sobrinos en los que fijarnos, pero no nos daba miedo emprender esta primera aventura viajera con el bebé, es más, necesitábamos llevarlo con nosotros, era muy chiquito y Álvaro tomaba el pecho, así que mayor comodidad imposible. Sin haber cumplido dos meses el peque embarcaba en la que sin saberlo iba a ser la primera de sus ya muchas aventuras viajeras.
La única precaución que debíamos tomar y en la que nuestro pediatra insistió, fue que a la hora de despegar y de aterrizar el bebé tuviera la boca ocupada, por la sensibilidad de sus oídos a la presión de la altura. En nuestro caso, como no usaba chupete lo pusimos al pecho y todo fue como una seda, cuando nos vinimos a dar cuenta, el avión ya estaba volando. Nos miramos, miramos al gordito y sonreímos, todo estaba tranquilo, controlado, Álvaro nos miraba y también nos sonreía, en ese momento nos dimos cuenta que empezaba para nosotros una nueva etapa ya éramos una familia viajera.
Después de unos maravillosos días en la fría Galicia rodeados de familia y amigos, decidimos acercarnos hasta Barcelona para presentar el bebé a la familia de Montse. Lejos de alquilar un coche, lo que quizás hubiera sido más cómodo, decidimos coger un tren nocturno, La Coruña-Barcelona. Fue un trayecto muy largo, duró aproximadamente 17 horas, en las que en ningún momento nos enteramos que con nosotros viajaba una personita tan pequeña, solo se le oía cuando quería comer, vamos..como lo hacía en casa, el resto del tiempo dormía mientras nosotros aprovechábamos para disfrutar del viaje.
En Barcelona también hacía frío, incluso nos nevó, pero en ningún momento dejamos de pasear con nuestro peque que metidito en su maxi-cosi y forrado con el nido de ángel pasó casi desapercibido, compromisos familiares y visitas por la ciudad completaron esta maravillosa escapada.
Nuestro primer reto como familia viajera había sido todo un éxito, después de 7 horas de vuelo con escala incluida, regresamos felices, habíamos sido capaces de llevar a nuestro bebé recién nacido a su primer viaje a la fría Península, lejos de nuestra cálida isla. Tenemos que confesar que también pasamos momentos de agobio, no porque el bebé se pusiera impertinente, sino porque es normal que como padres primerizos todo te preocupe en demasía y si encima estás lejos de casa los miedos se acentúan.
Hoy, después de haber recorrido medio mundo con nuestro Alvaro, nos invade una tierna nostalgia al escribir este post, nos trae recuerdos de nuestras dudas, y porque no decirlo también, de ciertos temores que sentimos al tomar esa primera decisión viajera, ahora nos miramos, sonreímos y a la vez nos sentimos orgullosos por ello.
A lo mejor muchos de los que leáis este post os reiréis de nosotros pensando en que de Tenerife a La Península no era un viaje tan importante como para contarlo en un post. Amigos…para unos papás primerizos siempre es una aventura importante cualquier viaje con un bebé recién nacido y más cuando en aquella época, Tenerife-Coruña eran unas 8 horas de viaje, con escalas incluidas. Hasta para los más viajeros del mundo y si de esto hace ya varios años…entenderéis que si era un viaje importante.
A día de hoy todo parece más sencillo a la hora de viajar, tenemos esa mágica herramienta llamada internet y en ella muchos blogs de viajes escritos por viajeros que hablan de como viajar con niños y de los que tomamos ideas y consejos.
Hace 14 años, cuando iniciamos nuestra primera aventura como familia viajera, todo esto no existía, nadie nos contó como se viajaba con un bebé recién nacido y aún así, fuimos capaces no solo de hacerlo, sino también de disfrutarlo, nos sentíamos como unos auténticos héroes.
A partir de aquel primer viaje descubrimos que viajar con Álvaro no era un imposible y que si nada nos lo impedía seguiríamos haciéndolo, como así ha sido. Sin ninguna duda, es la mejor decisión que hemos tomado en nuestras vidas.
Álvaro ya ha cumplido 14 años y recorrido más de 40 países y lo mejor de todo es que disfruta viajando, sabe que es un niño afortunado por tener la oportunidad de descubrir el mundo con las personas que mejor se lo pueden mostrar, sus padres!
Intentalo, no es tan difícil, si nosotros pudimos, tu también puedes!