Islandia está de moda y no solo porque es un destino precioso por su exuberante naturaleza, sino porque tiene un sinfín de cosas que hacer en él. Yo lo tengo en mi lista de pendientes y es por ello que mi gran amigo y viajero Pedro ha querido compartir conmigo este bonito relato sobre el país y su capital Reikiavik. Espero que os guste tanto como a mi.
Islandia es muy conocida por sus actividades geológicas. ¿Quién no se acuerda de la gran nube de ceniza volcánica que dejó el espacio aéreo europeo completamente vacío en el 2010?
Con sus temperaturas más bajas y abundancia de fuentes geotermales, Islandia tiene muchas piscinas de agua termal, sólo Reikiavik tiene más de una decena de ellas. El complejo de piscinas termales más grande de la ciudad, Laugardaslaug, tiene varias piscinas de diferentes temperaturas. Algunas para familias y otras sólo para niños, es una experiencia auténticamente islandesa.
Cosas para hacer en Reikiavik con la Familia
Si buscas unas vacaciones diferentes en un país muy peculiar, Islandia es una excelente opción. El país se está convirtiendo en un destino cada día más popular, y no es difícil comprender la razón. Mucha gente decide alquilar coche en Islandia y recorrer todo el país en búsqueda de cascadas, volcanes, glaciares y spas. Pero si prefieres conocer sólo la capital y alrededores, tendrás muchas opciones de paseos sin que te aburras.
Reikiavik está ubicada en la costa, en frente a un gigante puerto natural y está rodeada de campos de lava y paisajes lunares. La ciudad también tiene una infinidad de museos y otras atracciones para toda la familia.
Atracciones de Reikiavik para toda la familia
Reikiavik es una capital con aires de pueblo, de manera que se puede caminar por casi toda la ciudad. El centro de Reikiavik tiene muchas casas bonitas y edificios multicolores. Algunas calles también están llenas de murales de street art, la gran mayoría de ellos muy creativos, dándole a la ciudad una onda más joven.
Muchas de las calles más turísticas están cerca de la iglesia Hallgrimskirkja, la más alta del país. Su interior es muy modesto, pero aconsejo coger el ascensor para disfrutar de las increíbles vistas de toda la ciudad (cuesta 5 euros por persona). Eso también te ayudará a ubicarte y tener una idea de dónde están los principales puntos de interés.
Desde aquí, merece la pena bajarse a la costa para sacar fotos de la ultramoderna Casa de la Música Harpa, un buen ejemplo de diseño nórdico, y dónde a menudo hay conciertos de música clásica y juegos para niños.
El Harpa está cerca del puerto pesquero de Reikiavik, así que desde aquí puedes hacer dos paseos en barco para observar las ballenas que visitan la costa de Islandia en los meses más cálidos del año. El tour de observación de ballenas en Reikiavik puede tardar entre dos y tres horas. La especie más común en esta zona es de las ballenas yubartas, que llegan a los 16 metros.
Cuando vienes a Reikiavik con niños, también merece la pena hacer una excursión para ver los guapísimos frailecillos, los pequeños pájaros marinos viven en la costa del país. ¡Islandia es el hogar del 60% de los frailecillos de todo el mundo! Estas pequeñas aves hacen sus nidos en las paredes de los acantilados y, mientras están en el suelo, parecen muy torpes. A pesar de ello, ellas vuelan a una gran velocidad y son excelentes nadadoras.
También hay varios sitios interesantes para visitar en las cercanías de Reikiavik. Uno de ellos, es el Círculo de Oro, una ruta que se puede hacer por libre en coche o en una excursión en autocar. en el que se destacan tres lugares.
El primero de ellos es el Parque Nacional de Thingvellir, el sitio donde fue fundado el primer parlamento del mundo y también donde está un cañón que marca el encuentro de las placas tectónicas de Norte América y Eurasia.
El siguiente punto del Círculo de Oro son las enormes cataratas de Gullfoss, que curiosamente tienen forma semi-circular. Pero el punto más interesante y que más llamará la atención de los niños es el área geotérmica de los géiseres. Aquí existen varios géiseres de distintos tamaños. El más importante es el Strokkur, que arroja agua caliente a casi 40 metros de altura en intervalos fijos. Es un espectáculo de la naturaleza que se puede apreciar en pocas partes del mundo.
Y como la actividad geológica determina el estilo de vida en Islandia, la atracción turística más popular del país también está relacionada a ella. Es la bellísima Laguna Azul, que está a medio camino entre Reikiavik y el aeropuerto internacional de Keflavik.
La Laguna Azul es una inmensa piscina de agua con un color azul claro muy intenso. Es un ambiente family-friendly y niños con más de dos años pueden entrar en el agua. La temperatura del agua varía entre 37 y 39 grados y, si vienes en invierno, el contraste entre la temperatura del agua y ambiente te da una sensación muy agradable, difícil de describir.
En la Laguna Azul también hay un spa donde los adultos pueden hacer un masaje o tratamiento de piel. Al contrario de lo que muchos piensan, la Laguna Azul no es un fenómeno natural, y si una obra del hombre, construída a partir de una usina geotermal en las cercanías.
Como dije, Islandia es un país increíble con un sinfín de atracciones. Pero si sólo quieres visitar Reikiavik con la familia, tendrás mucho ver y hacer, sin que los niños se aburran.
Y tú, ¿has estado en Reikiavik? ¿Qué otras cosas para hacer con la familia sugieres?