Cádiz vuelve una vez más a ocupar las páginas de este blog y no es para menos si tenemos en cuenta su importancia histórica y cultural. Pero lo más importante, lo que tengo yo con Cádiz es algo personal, desde que tuve la oportunidad de visitarla Cádiz ocupa un lugar importante en mi cabeza y sobre todo en mi corazón. Hoy en este post, os invito a que viajemos juntos a uno de los lugares más mágicos que recuerdo de mi corta estancia por tierras gaditanas. Un lugar en el que viví una de las experiencias más bonitas y emotivas, una experiencia que me hizo viajar al pasado fenicio de mi querida Cádiz, el islote y castillo de Sancti Petri.
Sancti Petri, islote y castillo de un pasado fenicio
Cae la tarde sobre la desembocadura del caño de Sancti Petri junto a la bonita Chiclana. Acompañada de un grupo de amigos, me dispongo a embarcar un una zodiac, con la intención de poner el broche de oro a un día maravilloso de intensos y nuevos descubrimientos sobre Cádiz. A medida que la potente embarcación deja la costa atrás, se empieza a divisar a lo lejos la silueta del islote y la torre del castillo Sancti Petri. Nunca imaginé que estaba a punto de encontrar aquí uno de esos rinconcitos que se cruzan en tus viajes y que no sabes muy bien porque te enganchan para siempre.
El Sancti Petri fue construido hacia el año 1.100 a.c. por los primeros fenicios arribados a tierras gaditanas. Por aquel entonces lo levantaron como un Templo Sagrado en memoria del Dios Melkart, divinidad fenicia originario de la ciudad de Tiro. El Templo era conocido como el Templo de Hércules Gaditano. Dios solar y agrícola, convertido en patrón de los comerciantes y navegantes. Algunos de estos comerciantes, los más devotos, arribaban hasta el santuario para depositar aquí sus ofrendas a su Dios como agradecimiento por los éxitos conseguidos en sus negocios. Después de los fenicios, llegaron los cartagineses y después los romanos.
Los fenicios construyeron el templo aprovechando la piedra ostionera que abundaba en el lugar, el material empleado para su construcción se obtenía de mexclar las piedras, un conglomerado de sílice, arena de playa y conchas de ostiones. Las murallas son de un grosor considerable y servían para defender los ataques de las naves enemigas que arribaban al islote con la finalidad de conquistarlo, entre los que destacaban holandeses, ingleses y franceses. Entre el siglo XVI y hasta el siglo XVIII el castillo de Sancti Petri se convierte en un fortín militar. Los militares lo abandonan definitivamente en 1974.
Muchos vestigios arqueológicos que aquí se encontraron, se encuentran actualmente en el museo de historia de Cádiz. El castillo fue declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento. En 2010 terminaron las costosas obras de restauración y hoy el castillo de Sancti Petri es visitado por numerosos turistas como nosotros deseosos de conocer su agitada historia.
Durante nuestra visita se nos hizo hincapié en que no debemos confundir el actual edificio del castillo con el antiguo Templo de Melkart, pues no tiene nada que ver. En cualquier caso, el lugar es muy bonito para contemplar el atardecer e incluso para celebrar aquí una boda. Ésta era precisamente la sorpresa que nos deparaba el final de la jornada…
Atardecer, brisa del mar, música, poesía y nuestro compromiso matrimonial con Cádiz, si amigos, gracias a Love, Novojet, Loggia, Musical Talent y Gregg Pappas disfrutamos de un acto simbólico de matrimonio lleno de sentimiento y alegría difícil de explicar con palabras, tienes que venir y repetir con nosotros ¡CadizSiQuiero!