Molinos los hay por toda la isla, desde que el avión empieza a sobrevolarla empezamos a disfrutar de un paisaje en el que destacan ellos y su curiosa belleza. Recordemos que antes de la llegada del turismo allá por los años sesenta, la isla era básicamente agrícola. Algunos de estos molinos eran destinados a la extracción de agua, principalmente los que se encuentran en el campo.
En este post solo os voy a hablar de los que yo conocí de cerca, los molinos harineros de Palma, los que molían el trigo y que habitualmente eran construidos cerca de los núcleos de mayor población, o sea cerca de la ciudad. Muchos os preguntaréis porqué escribo sobre ellos, eso se debe a que a mi particularmente me encantan los molinos y verlos dentro de una ciudad me parece doblemente interesante, para mi, le dan un toque especial y nostálgico. Si amigos, esta ciudad también puede presumir de haber sabido conservar estas maravillas de antaño.
Durante mi viaje a la isla para asistir al #palmatrip me alojé en el Hotel Costa Azul, en plena Bahía de Palma, todo un lujo del que pude disfrutar ya que desde mi acristalado balcón me deleitaba con unos amaneceres y unos atardeceres sobre mi querido Mar Mediterráneo que hoy todavía recuerdo con añoro. Desde el Hotel y aprovechando que mi avión salía por la tarde, decidí aprovechar la mañana y no podía dejar de ir en busca de mis queridos molinos los que había visto y que estaban muy cerquita, en es Jonquet, pegaditos al mar. El día amaneció estupendo, casi primaveral, el cielo era de un escandaloso azul, apetecía pasear y respirar el aroma del mar, cuando llegue a los pies de los molinos no podía dejar de disparar mi cámara, no lo puedo evitar, adoro a estas maravillas que tanta utilidad tuvieron para nuestros antepasados.
Por desgracia en la antigüedad había unos cuantos más de los que hoy todavía se conservan en la ciudad, pero aún así no estaba dispuesta a perdérmelos porque son preciosos.
De todos ellos hay uno, el Molí d’en Garleta que se puede visitar y la verdad es que merece la pena. Hay asociaciones que se encargan desde hace bastantes años de hacer posible el mantenimiento de estas joyas de su patrimonio. Gracias por vuestro trabajo!
Poema de Pere d’Alcàntara Penya
Trenta torres altes
volten la Ciutat
amb antenes grosses
i embuts capgirats.
Grans manades donen
quan entra l’embat
sense cap «Quijote»
que les gos matar.
Molins per les síquies,
molins dins Ciutat,
molins dalt les penyes,
molins prop del mar,
molins per les viles,
molins en el Prat,
i per dins les cases
molinets de sang.
I ara farineres
Prop de S’ Arraval,
I altres dins les viles
més grosses del Pla