Regresar a un lugar después de tanto tiempo, después de un largo recorrido como persona, después de tantas vivencias hace que todo sea diferente, hace que sea como nuevo, ya no eres el mismo, eres 15 año más viejo, más “sabio”, ya no regresas con tu novia, ahora lo haces con la misma persona convertida en tu mujer y madre de tu hijo. En este regreso también te acompaña un preadolescente que no estaba hace 15 años y que convierte esta nueva visita en algo nuevo, en algo que antes no tenías, los años dan para mucho, aprendes a ver y disfrutar las cosas de diferente manera, es como si fueras a una ciudad nueva, distinta, esto es lo que nos ocurrió con Gijon.

Hace 15 años vimos cosas que ahora ni las encuentras, lugares a los que no te apetece acercarte, pero sobre todo dejamos de conocer rincones que no querías ni sabías que podías visitar y que ahora solo estás deseando estar allí para conocerlos y presentárselos a tu hijo, el paso del tiempo es lo que tiene, es lo que nos hace disfrutar de dos ciudades diferentes en la misma ciudad.

Comprometidos con el medio ambiente en la playa de Gijón

Panorámica de la costa de Gijón

Regresar a Gijon 15 años despues

Hemos regresado a Gijon y casi nada es igual a como la recordábamos. Nosotros somos diferentes en nuestra forma de ver, comportarnos, vivir y disfrutar y la ciudad ha cambiado. Hoy en día las ciudades se han puesto muy hermosas, se han engalanado, han creado muchas más zonas verdes, mas accesibles para todos, han peatonalizado muchas de sus calles, dándole así más valor al peatón que al automóvil cosa contraria a lo que sucedía antes, haciendo que las familias puedan disfrutar mucho más de sus ciudades. Esos precisamente son unos de los cambios que más hemos notado de Gijon, porque hemos regresado en familia, cosa tan diferente que 15 años atrás.

Cada vez que visitamos cualquier ciudad alrededor del mundo, nos fijamos mucho en las posibilidades que nos puede ofrecer, le damos más importancia a un lugar donde poder vivir cómodamente en familia y Gijon nos ha demostrado que es una villa que está dentro de esas ciudades que consideramos óptimas para vivirla, porque decidió apostar fuerte por crecer en todos los aspectos y abrirse aún más al mar, a ese maravilloso Mar Cantábrico, su gran aliado, para ofrecer muchas alternativas a sus habitantes y en Gijon han creado un entorno alrededor de él que a buen seguro es la envidia de muchas ciudades, un autentico orgullo para todos sus habitantes.

Zonas verdes en los acantilados de Gijón

Alvaro saludando al Cantábrico

Resumiendo, hemos descubierto en Gijon una ciudad con mucho ambiente, una ciudad que se deja visitar en coche, andando o en bici, una ciudad donde todo el mundo disfruta, da igual la edad que tengas porque tienes de todo, parques para los más peques de la casa, un carril bici y una avenida donde pasear y donde practicar ejercicio está a la orden del día, unos miradores a lo largo de toda la costa donde los jóvenes quedan en pandilla para charlar y reír, donde los enamorados miran al mar y al futuro acariciados por la brisa de aire fresco y donde los abuelitos se sientan en los bancos orientados al sol mientras hacen lo que hacen todos a su edad, arreglar el país, o por lo menos lo intentan.
Una ciudad donde reunirte con amigos para disfrutar de su gastronomía o simplemente echarse unas risas alrededor de unas botellas de sidrina es de lo más habitual, una ciudad en la que nunca sabes que tiempo te va a hacer, dependiendo de la zona en la que te encuentres, una ciudad que está viva, que se siente viva y eso es lo que nos transmite.

Xixón nos presta (Gijon nos encanta)