¿Viajar con un adolescente, resulta fácil?, ¿cuál es la edad ideal para viajar con tu hijo?, ¿mejor cuánto más mayores?…
Más y más preguntas, realmente podríamos pasar todo un día haciéndonos preguntas sobre cual es la edad ideal para viajar con nuestros hijos. A decir verdad, a pesar de ser una pregunta difícil, para nosotros siempre tiene la misma respuesta ¡todo depende del niño!
Cada ser humano somos hijo de nuestro padre y de nuestra madre pero además, vamos cultivando un carácter a lo largo de la vida que a veces no resulta nada fácil de llevar por los que nos rodean. Cuando nuestros hijos son pequeños, básicamente hacen lo que nosotros los padres les decimos y/o imponemos, pero llegados a la edad adolescente la cosa se complica. Que contar del comportamiento un tanto especial que todo ser humano vive durante su adolescencia?
En la vida cotidiana igual que en los viajes, los padres tenemos que aprender a escuchar a nuestros hijos, pero sobre todo tenemos que aprender a entender lo que nos quieren transmitir, sus miedos, inquietudes y deseos.
El viajar con un adolescente, a nuestra experiencia me remito, es igual o más interesante que hacerlo con un hijo de cualquier otra edad. En cada etapa en la vida de un niño hay momentos interesantes y en la adolescencia aún más.
5 indispensables para viajar con un adolescente.
1- Acostumbrar a nuestro hijo a disfrutar juntos de experiencias motivadoras.
Si hemos acostumbrado a nuestro hijo a disfrutar desde pequeñito de actividades conjuntas, como es nuestro caso y el de la mayoría de vosotros, ahora el joven lo vivirá como algo de lo más normal. Si por el contrario, hemos esperado a la llegada de la controvertida adolescencia para empezar, probablemente le resulte inimaginable plantearse hacer algo con los padres. Todos los que tenemos un hijo adolescente sabemos que a estas edades se las saben todas y que todo lo que los padres decimos o hacemos es un rollo. Mantenerse activo e intentar hacer con él lo que le apasiona nos ayudará a compartir más momentos juntos, montar en bici, bucear, hacer Rafting, patinar, senderismo, etc.
2- Dejarle que elija el destino.
Quizás una de las decisiones más importantes es tener un consenso familiar a la hora de decidir dónde queremos ir de viaje. Al adolescente le mueven inquietudes que a veces compartimos pero que otras se nos escapan y es ahí donde debemos escucharle y dejarle que exprese lo que le motiva, lo que realmente le gustaría hacer durante el viaje. Música, cine, deportes, suelen ser las actividades más comunes que inspiran al adolescente. para los que seguís de cerca nuestros pasos, sabréis que nuestro próximo destino ha sido elegido íntegramente por Álvaro, en su caso le entusiasma la idea de ver de cerca a los orangutanes en estado salvaje y sacarse el título de buceo en Borneo. Estamos convencidos que el resultado del viaje será un éxito porque es algo que a nuestro adolescente le motiva hacer.
3- Organizar el viaje.
Una vez nuestro adolescente tiene claro el destino y claro está le hemos dado nuestra aprobación, toca ponerse manos a la obra con la organización del mismo. Buscar información sobre las costumbres del país, de como poder acceder a las actividades que se quieren llevar a cabo, lugares donde dormir y transportes a utilizar, la climatología según la época del año en la que viajamos, vacunas necesarias…en fin!, todo un cúmulo de responsabilidades que nuestro joven deberá asumir si quiere que su viaje resulte todo un éxito y sabiendo de la competitividad que les embarga, seguro que hará lo posible para quedar como un héroe.
4- Preparar el equipaje.
No hay cosa más importante que la buena preparación del equipaje a la hora de afrontar un viaje. Para ello le explicaremos que deberá de estar informado de varias cosas referentes al destino. La climatología, la orografía del terreno, la sanidad y la gastronomía serán las principales.
La gastronomía? os preguntaréis, pues si, en nuestro caso es casi lo más importante, recordad que Álvaro es celiaco así que deberá informarse bien de lo que podrá o no comer durante su estancia en el destino y en función de ello preparar su “mochila despensa”. La ropa y el calzado será en función de las actividades que vaya a disfrutar, de la orografía del terreno, donde se llevarán a acabo y por supuesto del clima en ese momento, el equipaje dependerá de si hace calor o frío. Por supuesto tendrá que saber si va a querer hacer fotografías, escribir un diario sobre el viaje y preparar su bolso con el material adecuado.
5- El día a día del viaje.
Una vez en el destino intentaremos apoyarle en las decisiones tomadas pero también corregirle si vemos que algo no está bien organizado. Hemos de intentar que se sienta seguro de su decisión y arroparle para que sepa capear las posibles situaciones menos placenteras que aparecen en todo viaje y que son imposibles de evitar.
Si nosotros podemos viajar con un adolescente y todas sus controversias, estamos seguros que todos vosotros también podéis y sino que se lo pregunten a sin morir en el intento como dice nuestra amiga Mar en su blog que también viaja con su hija adolescente. Ambas nos hemos puesto de acuerdo en explicaros como lo hacemos, cada una desde su propia experiencia. Muchas veces el viajar con nuestro hijo adolescente no es solo cuestión de la suerte que hayamos podido tener por tratarse de un joven tranquilo, sino también de la educación y el buen rollo que le transmitamos.