Hoy vamos a poner otra nota de humor en el blog con este post como ya hiciéramos con el de “sexo cuando se viaja en familia”. Una de las cosas que creemos mejor se nos da a esta familia a parte de viajar, es contar en primera persona nuestras propias experiencias y a poder ser de la manera más sencilla, divertida y correcta que se nos ocurre. Hoy os vamos hablar de los viajes de novios, de la llamada “luna de miel” y en concreto del nuestro.
No sabemos muy bien porque se suele decir que es el mejor viaje que harás en tu vida, bueno mejor dicho, creemos que esta frase la inventaron nuestros abuelos o nuestros padres allá por los años… cuando nadie o casi nadie hacía más viajes en su vida que el de reciben casados y claro, era especial si o si! muchas han sido, son y serán las modas en destinos que a lo largo de los años llevan a las parejitas a decidirse por unos u otros lugares perfectos para, según dicen será uno de los mejores viajes de tu vida, será verdad o simple romanticismo. Sea lo que sea he de deciros, que a mi particularmente, cuando por casualidad llega a mis manos un folleto que habla sobre «luna de miel» ¡¡perfecta, ven y descúbrela!! me quedo alucinando sobre su contenido, de las maravillosas postales que en él se reflejan y de la manera tan sutil de contarte lo que vas a vivir, sin duda será el mejor viaje de tu vida, si eliges cualquiera de los destinos que en él se ofertan. Entonces es cuando se me viene a la mente mi “luna de miel” con Octavio.
Para nuestra “luna de miel”, elegimos el viaje menos convencional que había por aquel entonces y que encajara con lo más romántico para la ocasión, bueno o al menos eso nos decían, nosotros ni caso. Decidimos que no queríamos playas paradisiacas, ni palmeras cocoteras, ni piñas coladas, nosotros queríamos aventura, desierto, 4×4 y té a la menta, ya os podéis hacer una idea de a donde nos fuimos verdad?, pues si, a Túnez.
Pocas cosas hay tan románticas en la vida que disfrutar del cielo del desierto montado en lo alto de una duna con tu reciben estrenado marido. Nuestra “luna de miel” también fue muy especial.
– Nos costó mucho decidirnos…
Llevábamos siete años de convivencia y por fin sonaron campañas de boda en casa. Como os podréis imaginar conociendo a los protagonistas de la boda, ésta fue un tanto especial, duró tres días con sus tres noches.Tres días inolvidables en el Puerto de la Cruz, rodeados de amigos llegados de varios puntos de España y con muchas ganas de divertirnos.
– Empieza la “Luna de Miel”
Sin casi con tiempo de reponernos de la fiesta, cogíamos nuestras maletas para empezar nuestro primer viaje juntos al extranjero, corría el año 2000 y éramos dos veinteañeros, un tanto loquitos y con muchas ganas de empezar una vida viajera en familia. Nuestro destino, Túnez. Todavía recuerdo los comentarios de nuestros amigos…desierto, dunas, 4×4…eso es romántico?
Durante una semana recorrimos parte del país y de su fascinante desierto a lomos de un 4×4. Subimos y bajamos dunas, hicimos carreras por la arena con otros coches de las mismas características que el nuestro, visitamos lugares de película, aprendimos y compartimos con las gentes del desierto las costumbres de su día a día, dormimos con ellos y hasta nos atrevimos con la narguile. Comimos platos espectaculares, montamos en camello y nos reímos mucho, era nuestra primera vez en África juntos y disfrutamos como locos.
– La vuelta a casa
Hoy recordamos aquel viaje con mucho cariño, quizás no tanto porque fuera nuestra “luna de miel”, sino porque aquella había sido nuestra primera gran aventura juntos como pareja.
Después de ese gran viaje vinieron otros, pero ya nunca más fue lo mismo, doce meses después de Túnez llegó a casa nuestro Álvaro y empezó para nosotros la “Baby Star”, empezaba nuestra vida viajera en familia nuestra otra “luna de miel”.