Tan cerca y tan lejos, Oporto ha sido uno de mis últimos y grandes descubrimientos. Lejos de estar a la sombra de la archinombrada y admirada Lisboa, ésta ciudad me parece un lugar ideal para escaparse unos días en pareja o bien en familia. Oporto invita a pasear por sus avenidas, calles y callejones. Una ciudad llena de vida a la par que tranquila, una ciudad que se asienta entre dos aguas, el frío océano Atlántico que tantas cosas buenas pero también menos buenas ha aportado a Oporto y el impasible río Duero que pasea su majestuosidad por entre los CINCO PUENTES que decoran la ciudad.
48 horas bastaron para enamorarme de Oporto
Oporto es pasado, presente y futuro. Un pasado cargado de tradiciones, historias y leyendas arraigadas que sus gentes se encargan orgullosas de conservar y transmitirlas de generación en generación y que se fusionan a la perfección con los cambios que sin darse cuenta van transformándolo todo.
Lugareños y turistas paseamos arriba y abajo admirando la belleza bohemia de esta preciosa ciudad. Una mezcla de lo antiguo que casa perfectamente con lo más moderno de la bonita Oporto. Cargada de preciosos mosaicos que engalanan de azul las paredes de estaciones de tren y edificios calle tras calle. Barrios de incomparable belleza como el que se asienta en la Ribeira. Inolvidables atardeceres que tiñen de naranja la silueta de la ciudad y realzan si cabe más aún su belleza.
Deliciosos aromas procedentes de su afamada gastronomía que te embriagan a cada paso que das. Oporto está salpicada de amplias y bonitas avenidas y plazas, con un casco histórico Patrimonio de la Humanidad. Oporto es una ciudad amurallada repleta de iglesias de gran valor arquitectónico que esconden en sus entrañas historias del pasado con pasadizos secretos y catacumbas de gran tamaño que todavía hoy conservan restos de importantes personajes de la Oporto del pasado.
Oporto también es cómplice de las historias de peregrinos que paso a paso, año tras año recorren el camino de Santiago a su paso por la ciudad. Oporto es tierra de valientes pescadores que entregan su vida a la mar con el único fin de mantener a su familia. Ciudad de Importantes bodegueros que siglo tras siglo se han encargado de dar a Oporto un reconocimiento internacional gracias a su maravilloso vino que como no podía ser de otra manera lleva el nombre de la ciudad que lo ve crecer día tras día bajo sus pies.
Sin lugar a dudas, Oporto es una ciudad que desprende tanto romanticismo que no podía dejar fuera de su larga lista de curiosidades una de las historias de amor más bonitas y que tal y como les ocurrió a los famosos Romeo y Julieta, sufrieron para defender su amor contra viento y marea…Oporto es poesía, una sinfonía de sensaciones que agradan al visitante y que al minuto uno de estar en la ciudad ya te sientes como en casa.
Si al igual que yo quieres aprovechar al máximo tu vista, te recomiendo que te pongas en contacto con la gente de Portgall, nadie mejor que ellos para despertar en ti las mejores sensaciones sobre la ciudad.