Mi experiencia gastronómica vivida en Kerala no tiene desperdicio. No recuerdo haber sentido nada igual gastronómicamente hablando a lo largo de mi dilatada vida viajera.
Os reiréis de mi si os digo que lo más hindú que yo había comido, es la comida casera y españolizada que prepara mi amigo Ramu en su casa de Santa Cruz, por cierto cocina de maravilla, ya sabéis, ricas samosas, chapati,pappad pollo tandoori…
Durante mi viaje por Kerala y a pesar de habernos llevado a comer siempre a lugares de una cierta reputación gastronómica, haberlo hecho en el Buffet de elegantes hoteles por tratarse de un blogtrip de lujo, está claro que ni mis papilas gustativas y sobre todo mi estómago no están acostumbrados a tan especiados manjares. Diez días escasos fueron los que aguantaron ambos sin darme malos, muy malos ratos. El estómago dijo basta!, se acabó! ya no aguanto más! No quiero más picante, ni más pan frito, ni más cardamomo, ni más, ni más, ni más. Os aseguro que lo pasé realmente mal en más de una ocasión noté que me picaban tanto las bembas que dejé de sentirlas tal cual estuvieran anestesiadas, igual que si hubiera acabado de salir de la temida consulta del dentista. Vamos, para que os hagáis una idea de como acabé, mi menú de los últimos días más parecía el de un enfermo de hospital que el de una viajera con ganas de comerse la India.
Gastronomía India, sabor, color y mucho picante.
India es un país con un alto porcentaje de vegetarianos y a pesar de ello y al contrario de lo que se pudiera pensar, es una gastronomía de lo más variada y tiene muchísimos platos que a mi personalmente me parecieron muy ricos y que me atrevo a recomendaros si tenéis la oportunidad de viajar al país de las especies.
Panes.
La India posee casi una veintena de clases de panes, preparados de incontables formas y siempre deliciosos. La manera de preparar el pan en India es espectacular, a veces blanditos, otras crujientes, con pimienta como el papad, fritos o al horno. Los que yo probé fueron, el naan (harina blanca, levadura, leche y cocido al horno), chapati o el pappad. En la zona de Kerala donde yo estuve, se preparan también los vattayappam ( pan cocido al vapor), palappam (cocinado en una sartén) y el riquísimo Kallappam que se cuece encima de una lancha de hierro.
Arroces.
Es lo primero junto con el pan que te aconsejan que te metas en la boca si tu bocado pica demasiado. Los preparan de varias maneras, solos, con frutos secos, con frutas naturales y siempre sabrosos. Se pueden comer solos aunque siempre se suelen usar como acompañante de carnes, pollo y pescados. Algunos de mis preferidos sin duda son, el arroz frito llamado Biryani y lo preparan con pollo, verduras o con cordero y el Kedgeree o arroz con lentejas.
Platos de pescado.
Simplemente a la plancha o envuelto en hojas de platanera resulta realmente exquisito, aunque si es verdad, que en algunas ocasiones la cantidad de especias con las que lo sazonan, hacen, para mi gusto, que pierda todo su sabor.
El rey de los pescados que probé fue el pescado al curry estilo Kerala, realmente espectacular, hecho a base de leche de coco y tamarindo, picante pero sabrosísimo.
Bocados de pollo.
Varias son las maneras que tienen en India o por lo menos en la zona de Kerala de preparar el pollo y casi todas ellas bañadas en picante, en mucha salsa picante, a la brasa suele ser otra opción, sin duda para mi, de las mejores, aunque también tengo que destacar el pollo con berenjenas y leche de coco o el pollo Korma a base de salsa de yogurt, tomates maduros y como no, especias.
Entrantes.
Las samosas, especie de empanadillas rellenas de pollo, vegetales, chocolate cordero ¿quien no las ha probado alguna vez?.
Sopa de tomate, deliciosa, suave y a la vez refrescante o la sopa de brócoli preparada exquisitamente también.
Como veis, a pesar de haberla sufrido en varias ocasiones, la gastronomía hindú también me ha regalado deliciosos bocados dignos de la más alta cocina. ¡Buen provecho!