Si hay un lugar en el mundo de todos los que he visitado y que recuerdo con especial cariño es la bella Cartagena de Indias en Colombia, país de extrema belleza natural, de interesante cultura y exquisita gastronomía.
Ciudad colonial bañada por el Mar Caribe, Cartagena de Indias ha sido y es, una preciosa ciudad amurallada con un hermoso casco antiguo que al pasear por él consigues que tu imaginación vuele al pasado. Cartagena fue pretendida en el pasado por numerosos piratas de renombre que sin duda atraídos por sus encantos y riquezas pretendían apoderarse de ella.
Cartagena de Indias, pura belleza colonial
Hoy, esta tranquila ciudad costera sigue conservando esa serena belleza que la caracterizó en el pasado. No en vano, la Unesco la declaró Patrimonio de la Humanidad en 1.984, aunque ya ostentaba el reconocimiento de Patrimonio Nacional de Colombia desde el año 1.959. El nombramiento más reciente a los anteriores títulos, es el que le otorgaron en el año 2.007, cuando fue declarada cuarta maravilla de Colombia, por su bella arquitectura militar.
Bien sea visitada en pareja, familia o con amigos, esta la bella ciudad cartagenera, no dejará indiferente a nadie. En ella podemos disfrutar de largos paseos por sus calles inundadas de pequeños comercios, donde adquirir el más bello de los recuerdos será de lo más fácil. Asomarnos a sus murallas teñidas de ocre a la puesta del sol y contemplar como el día se despide de nosotros, tal cual como si jugara al escondite con su mar caribeño como testigo.
Dar un hermoso y romántico paseo, montados en una engalanada calesa tirada por cuidados caballos que a la orden de un dicharachero cochero, nos llevaran a descubrir el encaramado de callejuelas empedradas que contemplan impasibles el ir y venir de los visitantes y lugareños de esta bella ciudad marinera.
Bajo la cálida luz de las velas, disfrutando en tu balcón de alguno de sus maravillosos platos típicos, como las archi conocidas empanadas rellenas, el famosísimo patacón, las deliciosas arepas con huevo y por supuesto no nos podemos perder algún plato de pescado, especialmente deliciosos por esta zona. Para ello te aconsejo elegir bien los hospedajes en Cartagena para que pases una noche maravillosa y resulte todo un lujo para los sentidos.
Los más golosos tenemos una cita irremediable con el Portal de los Dulces, comercio situado en el casco antiguo, donde degustar los dulces hechos de diversas frutas autóctonas como la papaya, piña o coco, harán las delicias de nuestros paladares. De tanto comer nos ha entrado sed, en Cartagena en particular y en Colombia en general, es un auténtico placer sentarse en una terracita al fresco y pedir que nos traigan un buen Ron, muy típico en esta zona. Nunca olvidaré la manera tan cuidada de servirlo en la mesa, acompañaba a la botella, un cubo con pedacitos de hielo y un plato con varias limas cortadas, ¡¡estaba exquisito!!.
Las visitas a los numerosos edificios históricos tales como, iglesias, palacios, castillos, plazas, murallas y darnos un salto contratando una excursión a las cercanas y paradisíacas islas del Rosario, completarán nuestra estancia en este bonito e interesante rincón caribeño.
Cartagena de Indias quedará en nuestro recuerdo para siempre.
* Queremos resaltar que las fotos publicadas en este artículo han sido cedidas por nuestros amigos del blog de viaje saltaconmigo.com.