Antigua ciudad residencial prusiana, innumerables lagos, monumentales castillos, bellísimos parques, cuna de la industria cinematográfica en Alemania, Refugio de caza de Federico Guillermo I, capital de la región de Brandeburgo y Patrimonio de la Humanidad desde 1990 que incluye a más de 2000 hectáreas repletas de maravillosos Palacios, Parques y Jardines, así es Potsdam.

Ni que decir tiene que esta ciudad enamora a cualquiera que la visita, nadie se mantiene indiferente ante tanta belleza, eso y su cercanía con Berlín, que se encuentra a escasos 24Kms, la convierten en una ciudad muy animada desde primera hora de la mañana y hasta que el sol se pone.

Potsdam ciudad de palacios

Nosotros no podíamos dejar escapar la ocasión de visitarla y después de disfrutar de unos días en Berlín pusimos rumbo a Potsdam a primera hora. La mañana una vez más amaneció calurosa, con un cielo de azul impoluto, así nos recibió esta impresionante ciudad.

 

Potsdam

Palacios y Jardines

Dejamos la Cali, aparcada a las afueras del casco antiguo y mochila a la espalda nos dispusimos a recorrerla con calma, no había prisa y había que disfrutarla con tranquilidad para no dejar escapar detalle de su majestuosa belleza. Por entre sus calles empedradas, sus amplias avenidas y sus calles peatonales estuvimos deambulando hasta bien entrada la tarde. Hasta tuvimos tiempo de compartir los felices momentos de una pareja que escogió esa cálida mañana de verano y ese marco incomparable para darse el sí quiero, todo un acontecimiento!!.

De entre las cosas que hay que visitar si venís hasta Potsdam, está sin lugar a dudas, el Palacio de Sanssouci, mandado a construir como residencia de verano por el Rey Federico II el Grande, data de 1745 y eso la convierte en el más antiguo de Potsdam y Berlín.
Además, el Parque y Palacio de Babelsberg, el Palacio de caza llamado Glienicke, el Parque y Palacio Sacrow y el Palacio de Cecilienhof.

También la ciudad de Potsdam cuenta con varias iglesias de enorme belleza, que os iréis encontrando a medida que os vayáis adentrando por sus calles y barrios. Por cierto, es aconsejable que os deis una vuelta por el barrio holandés para que os deleitéis con sus bonitas y antiguas casas de ladrillo rojo, a buen seguro os encantará porque es realmente bonito.

 

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Interior de iglesias

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Reflejos

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Barrio holandés

Como veis en esta ciudad es imposible aburrirse, tiene decenas de cosas que ver y a cual más espectacular. Como casi todas las ciudades de Alemania, se puede recorrer tranquilamente en bicicleta o caminando, pues el centro es casi todo peatonal, ideal para pasear y degustar algún plato típico en alguna de las innumerables terrazas que se encuentran por toda la ciudad.

Sin duda, llegar hasta Potsdam fue una buenísima elección.