Nunca pensé que regresaría a Marrakesh. Bueno mentira, si que lo había pensado muchas veces, la intención la tenía, pero nunca supe el cuando. Hace unos meses ViajesMarrakesh, nos ofreció a mi y a mis compañeros de TuBlogdeViajes la posibilidad de regresar a una de las ciudades más emblemáticas de África. No lo dude ni un segundo, quería comprobar si el paso del tiempo había calado en la esencia de lo que yo había vivido en Marrakech en el año 2005.

Marrakesh

Marrakesh, destinos que resisten el paso del tiempo

Nervioso, ansioso, con la mente llena de recuerdos esperé el momento de plantarme en el corazón de Marrakech. Once años habían pasado desde la primera y hasta entonces única visita a la ciudad. Un largo periodo de tiempo en el que da cabida toda posibilidad de encontrarme con una ciudad bastante diferente a la que visité.

Quería observarlo todo, encontrar el pequeño hotel donde estuve alojado la primera vez. Deseaba ver si todo seguía en su sitio o si por el contrario, el paso del tiempo había hecho mella en esta hermosa ciudad. Me apetecía redescubrirla por completo, saber si mis recuerdos seguían todos allí.

Al igual que la primera vez, llegué a la ciudad de noche. Cuando decimos que la noche confunde, es verdad, se ve todo diferente, distinto. No pude observar muchos cambios, salvo la cantidad de luces de neón de los diferentes clubs nocturnos que pueblan las afueras de la Medina de Marrakech. Unos cambios que quizás son inevitables pero que no van con lo que uno espera de una ciudad como esta.

Caminar por la Madina de noche en busca del Riad Star, alojamiento lujoso que me acogería la primera noche en la ciudad, me devolvió a mi primera visita.

Marrakesh

Por unos instantes todo seguía igual, mi percepción sobre los callejones era la misma que tuve once años atrás. ¿Sería igual al despertar?, me preguntaba, ¿sería todo como antes?, solo quedaba una cosa, esperar a la mañana siguiente.

Amanece un maravilloso día, soleado, caluroso, un día para reencontrarme con mis recuerdos. Un día repleto de emociones, un día para disfrutar. Madrugo, hago yoga en la fantástica terraza del Riad Star con la Medina de Marrakech a mis pies. Observo como el sol se levanta y tiñe de dorado las azoteas de la Medina, la energía fluye y se que será un gran día!

Marrakesh

Dejo el Riad Star y deambulo por la Medina. Los recuerdos, los olores, los colores son los mismos. Los habitantes y comerciantes de la medina siguen en el mismo sitio donde los dejé. Nada ha cambiado, los negocios, los talleres, el pequeño hotel de la plaza Jen El Efna.

Todo, todo, todo es igual, parece que sigo en el 2005, parece que no ha pasado el tiempo dentro de la Medina. Mis ojos hacen chiribitas, mi sonrisa sale a relucir al observar que todo es como lo recordaba. Una felicidad absoluta ver como Marrakech mantiene su esencia.

Durante ese paseo me di cuenta de que estaba listo para vivirla de nuevo. Esta vez de una forma bastante diferente con otra gente, pero igualmente intensa. Junto a los compañeros del #TBVMarrakech y la colaboración de nuestros amigos de Viajes Marrakesh, la ciudad me iba a volver a enamorar.

Marrakesh

Descubrí nuevos lugares, comí en nuevos restaurantes, disfruté de una gymkana por la Medina. Volví a disfrutar de sus atardeceres desde la terraza del “Le Grand Balcón du Café Glacier”. Recordé como colocan los puestos del mercado gastronómico en la plaza Jem El Efna. Como esta plaza cobra vida, se puebla de gente variopinta, contadores de cuentos, músicos ambulantes, echadores de cartas, videntes, etc.

En definitiva volví a Marrakech y me hizo sentir como si nunca me hubiera ido de esa ciudad. Si todavía no la habéis visitado, ya estáis tardando.