Sierra Nevada, su primera estación de esquí. Si para muchos niños es difícil visitar alguna de las decenas de estaciones de esquí que tenemos por nuestro país, imaginaos para un niño canario que además vive en las islas. Montse esquió durante varios años en su juventud, Octavio, directamente nunca se lo planteó y Álvaro parece querer seguir los pasos de su padre.

Sierra Nevada

La estación de esquí de Sierra Nevada

Durante uno de nuestros numerosos viajes a Europa, visitamos alguna que otra estación de esquí, pero claro, era verano y por supuesto no había nieve, sin duda, otra forma de disfrutar de las instalaciones.

Sierra Nevada, unos canarios en la nieve

Al fin, la pasada Semana Santa y aprovechando que habíamos elegido Granada como uno de los destinos para disfrutar de estas cortas vacaciones, decidimos acercarnos a Sierra Nevada. Nunca habíamos estado en esta fabulosa ciudad y mucho menos en su cotizada estación de esquí. Para más lujo, nuestra amiga Mónica se ofreció a prestarnos su apartamento a pie de pistas.

 

Sierra Nevada

Celebrando la visita a Sierra Nevada por todo lo alto

Fueron unos días inolvidables para todos, (cuatro en total), pero en especial para Álvaro, que a pesar de no estar demasiado acostumbrado a las bajas temperaturas, como niño que es, disfrutó de lo lindo.

Los primeros días transcurrieron por la ciudad de Granada haciendo turismo, recorriendo, descubriendo y sobre todo disfrutando palmo a palmo de sus maravillas. El último de los días sin embargo, nos dedicamos a disfrutar de la estación de esquí. Completamente nevada y con un sol radiante, nos divertimos con los juegos típicamente invernales, ya sabéis, pasear por la nieve, lanzarnos bolas y disfrutar de paseos por la estación.

Sierra Nevada

Dias inolvidables en la histórica ciudad de Granada

Por más que insistimos, Álvaro se negó una y otra vez a calzase unos esquís. Le propusimos acudir a pistas varios de los días durante nuestra estancia en la zona y una y otra vez nos dijo que no, que no le llamaba nada la atención y que prefería no aprender a esquiar, (hijo de padre).

El ambiente era impresionante durante todo el día. Parejas, pandillas de amigos y también como no, familias disfrutando de este deporte. Los apartamentos y hoteles de Sierra Nevada parecían tener una buena ocupación y nosotros desde nuestro apartamento, disfrutábamos observando desde su amplio ventanal el ir y venir de los esquiadores. Por la tarde, las pistas se quedaban vacías y era el momento de pasear y tomarse algo en alguna de las terrazas al sol.

Sierra Nevada

La estación de esquí de Sierra Nevada invita a pasear

Contemplar el magnífico atardecer sobre la ciudad de Granada, era una magnifica culminación de la jornada.
Ya entrada la noche cuando el frío era ya considerable, encendíamos las estufas y agazapados en el sofá y tapados con una mullida manta disfrutábamos de nuestra cena, viendo como la estación de esquí de Sierra Nevada poco a poco se iba quedando vacía por completo.

El trayecto desde Granada hasta donde estábamos alojados duraba aproximadamente 45 minutos, transcurría por una estupenda carretera rodeada a ambos lados por la espesura de los bosques alpinos. Una verdadera gozada de paisaje.

Esquiar, no se si lo llegaremos a practicar algún día, pero lo que si tenemos claro, es que a Sierra Nevada si volveremos.

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Sierra Nevada

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