Cherish, un recuerdo imborrable
Cuando nos propusimos llevar a cabo nuestro #Asiapara3 uno de los principales objetivos era hacer a Álvaro partícipe de actividades con niños en centros escolares y culturales, pensamos que así tendría una experiencia imborrable de este viaje y de las experiencias vividas en él.
Nuestro hijo está en plena adolescencia y creemos que es una etapa perfecta para que descubra de primera mano la complicada vida que llevan algunos niños en los países más pobres del Sudeste Asiático. Laos, Camboya, Tailandia y Malaysia fueron algunos de los países en los que tuvimos la oportunidad de poder llevar a cabo nuestro objetivo. En este post, os hablamos de una de estas experiencias, quizás la que más ha marcado todo nuestro viaje, no solo al joven Álvaro, sino a los tres por igual, la visita a Cherish .
Lo mejor de los viajes no son los destinos, sino la gente que se va cruzando en tu camino.
Fue durante nuestra estancia en Las Cameron Highlands, las también llamadas tierras altas de Malaysia y concretamente en el pequeño pueblito de Tanah Rata. Una tarde cuando empezaba a oscurecer decidimos dar un paseo por el centro del pueblo donde habían instalado un pequeño mercado callejero, y fue entonces cuando casi por casualidad descubrimos el Cherish.
Nos llamó la atención el ver gente sentada frente a una casa portando en sus manos unos simpáticos y bonitos farolillos iluminados con forma de personajes de la tele, así que decidimos acercarnos. Una vez frente a ellos, nos dimos cuenta de que se trataba de unos niños que estaban sentados en una especie de columpios y uno de ellos ocupaba una silla de ruedas, fue lo que nos hizo darnos cuenta de que el lugar era un centro especial.
Al ver que nos acercábamos, uno de los responsables nos invitó a compartir con ellos la velada, Simón que así se llamaba, nos ofreció unos pedacitos de bizcocho como postre tradicional y nos explicó que estaban celebrando con los niños una fiesta local. Después de compartir juegos con ellos durante un largo rato, se marcharon a descansar, no sin antes invitarnos a volver al día siguiente para conocer al resto de cuidadoras y explicarnos la misión del centro.
CHERISH Cameron Highlands Educational
Rehabilitational & Informative Special Home que así se llama el centro, es una ONG que ofrece un servicio de guardería a partir de los 3 años de edad, atienden a niños de ambos sexos, de diferentes razas e independientemente de sus orígenes socio-económicos y con algún tipo de discapacidad. Disponen de un programa especial para dotar a estos niños de las habilidades necesarias para poder convertirse en personas lo más independientes posibles, encargándose además de mejorar su calidad de vida y la de sus familias. Las discapacidades de las que se ocupan estos voluntarios, en su mayoría mujeres incluyen, discapacidad intelectual, autismo, síndrome de Down, parálisis cerebral y trastornos hiperactivos de déficit de atención.
Al día siguiente tal y como se lo habíamos prometido a Simón y a las chicas volvimos y merendamos todos juntos. Nos explicaron paso a paso todo lo que os hemos contado y cuando nos vinimos a dar cuenta, habían pasado dos horas. Allí sentados los tres en clase contando batallitas, echándonos unas buenas risas con las ocurrencias de los chiquillos y viendo dibujos animados en la tele, era una tarde calurosa de viernes que seguro que jamás olvidaremos.
Con este post, queremos rendirle un sentido homenaje a toda la gente que como Simón y compañía trabajan para que los más desfavorecidos disfruten de una calidad de vida mucho mejor.
Lo mejor de los viajes no son los destinos, sino la buena gente que uno va encontrando por el camino y que no hay que olvidarla nunca.
Les haremos llegar este reconocimiento para que vean que nos acordamos de ellos y como reza su tarjeta de visita..
TOGETHER WE CAN MAKE A LITTLE DIFFERENCE IN THEIR LIVES. HELP US TO HELP THEM
Buen artículo. Os seguimos desde Barcelona 🙂
Muchas gracias chicos!
Abrazos viajeros!
Definitivamente una experiencia preciosa e inolvidable!! 🙂
Sin duda, muy orgullosos de haberla vivido!
Un abrazo guapa!
Que bueno! genial experiencia para vosotros y para Álvaro! Que mejor manera de aprender que en familia! Seguid siempre así! Un abrazo família!
Sin duda, las experiencias que se disfrutan en familia valen x dos.
Gracias por compartirla con nosotros.
Un abrazo viajero!
Jo, la verdad es que es admirable lo buena que es alguna gente. Hacen falta más posts como estos para mostrarnos que viajar no sólo es conocer nuevos lugares, sino personas, proyectos, otras formas de vida… 🙂
Gracias guapa, totalmente de acuerdo contigo, viajar es mucho más que conocer lugares con encanto, es compartir pedacitos de la vida de la gente y eso enseña y mucho!
Un abrazo viajero!
Me parece fantástico la forma que tenéis de viajar y hacer que vuestro hijo aprenda valores a través de ello. Implicarse con las personas. No ser simples turistas que pasean con su cámara tomando fotografías, compadeciéndose y sabiendo que a la vuelta le espera su casa y su ducha de agua calentita. Si todos tomamos ejemplo podemos hacer un mundo un poquito mejor ¿no? Una historia preciosa. Un abrazo de la cosmopolilla.
Muchas gracias Patri, estamos convencidos que de eso se trata al viajar, de aprender y valorar lo que somos y lo que tenemos. Esperamos que ese estas pequeñas acciones nuestro hijo tome buena nota, el futuro del mundo es de ellos y ellos son los que deberían seguir con la cadena de transmitir los valores.
Un abrazo de los tres!