Iguazu, portal de cataratas y un bebe
Nuestro viaje a Argentina fue todo un reto para nosotros, era la primera vez que volábamos tan lejos con nuestro bebé y animados por nuestros amigos argentinos Hernán y Paula, decidimos cruzar el país del tango. Y uno de los lugares que más ilusión nos hacía visitar era Iguazu y sus majestuosas cataratas. Que ganas teníamos de verlas de cerca, hacía años que queríamos venir y por fin, había llegado el momento.
Cogimos un avión en Buenos Aires y en poco más de una hora, estábamos aterrizando entre la selva. Acompañados del pequeño rubio de apenas 18 meses, iniciamos la mayor aventura como familia viajera llevada a cabo hasta ese momento. Poníamos rumbo a las cataratas de Iguazu, con las que tantas y tantas veces habíamos soñado.
A medida que el avión iba descendiendo, lo único que veíamos eran árboles por todos lados y nos preguntábamos donde iba a aterrizar ese bicho. De repente se abrió una estrecha vía entre la naturaleza extrema de la selva y el avión tomó tierra.
Nada más bajarnos en Iguazu, nuestra ropa cambió de color. Decenas de mariposas multicolor se posaron encima nuestro, haciendo de ello un momento de lo más especial. Azules, violetas, rojos, amarillos, verdes y así hasta casi completar toda la escala cromática. No lo podíamos creer, era todo un espectáculo multicolor, pareciera que esos diminutos seres nos estuvieran dando la bienvenida. Los ojitos de nuestro pequeño viajero no podían estar más abiertos y bibarachos, las mariposas revoloteaban a nuestro lado y el peque jugaba con ellas que se volvía loco.
Para alojarnos cómodamente durante nuestra estancia en Puerto Iguazu, elegimos una vez más la opción hostel. Grande y acogedor, iba a ser nuestro hogar durante los días que durara nuestra estancia por la zona de cataratas. El hostel tenía un gran patio por el que el enano correteaba y jugaba sin parar. Además tenía una piscina y como hacía calor, cuando regresábamos de nuestras largas jornadas en cataratas, disfrutábamos de refrescantes baños, era el momento de juegos, era el gran momento del día para el pequeño Álvaro.
Las jornadas en las Cataratas de Iguazu eran intensas, empezaban desde primera hora de la mañana, cargados con el enano + sus bártulos (que no eran pocos) y de una ilusión tremenda por lo que seguro nos iba a deparar el día a día. Hacía bastante calor y sobre todo mucha humedad, a pesar de ello nuestro pequeño no dejaba de juguetear y revolotear.
La sensación que tuvimos cuando nos plantamos delante de ellas, es indescriptible, después de haber soñado con estar ahí durante tanto tiempo, no hay palabras para describir tanta emoción. Al único que si le salían las palabras era a nuestro pequeño hijo, Álvaro era muy pequeño para tanto ruido de agua, la garganta del diablo le asustaba, agazapado al cuello de la madre, no paraba de protestar, miedo! miedo! decía, no gusta este sitio!, pobrecillo y nosotros disfrutando como locos admirando aquella maravilla de la naturaleza.
Cuando papá se aventuró a montarse en una zodiac para adentrarse en las cataratas, mamá junto al rubio decidieron disfrutar de la jornada tranquilamente, se dirigieron a la orilla de una isla, plagada de mosquitos (todo hay que decirlo) pero también de piedras que hicieron las delicias del pequeño. Enfundado en una camiseta de Bart Simpson y con sus pañales puestos, disfrutó y nunca mejor dicho como un enano, tirando las piedras al agua.
Al final de la jornada, todos teníamos algo que contar, cada uno a su manera se lo había pasado genial en Cataratas de Iguazu.
Estuvimos disfrutando de las Cataratas de Iguazu, por ambos lados, el argentino y el brasileiro y no os podéis imaginar lo que disfrutamos, las majestuosas cataratas cumplieron con creces nuestras expectativas.
Hoy pasados diez años, el joven rubio pide volver, ya no le asustará la garganta del diablo con su estruendoso ruido y seguramente se apuntará con sus padres para atravesar por debajo las imponentes cataratas.
Es lo que tiene formar un viajero desde tan pequeño, que a medida que crece, pide volver a los sitios para revivir lo que por el tiempo transcurrido ya no recuerda.
Me pido una postal!! jeje que disfrutéis el retorno a las cataratas y ojo no os de por quedaros que tengo entendido que por allí se come de lujo ¿que haríamos los lectores sin vuestras peripecias por el mundo? jejeje
un saludo!
Con ganas de regresar a ese maravilloso lugar sin duda. Ahora que no nos lee nadie jejejjeje, te vamos a contar un secreto…durante nuestro viaje por Argentina, Octavio engordó 10 kilos y Montse 5kilos, en solo 30 días!! En Argentina se come demasiiiiiaaaadoooo bien!!
Muchas gracias por estar ahí de nuevo, disfrutando con nosotros de los viajes!
Un abrazo viajero de los 3!!
Que lindo es ver cuando alguien escribe cosas tan lindas sobre tu país!
Yo a las cataratas fui cuando era pequeña, recuerdo poco, y sin duda quiero volver!!
Qué les gustó de la comida argentina?
Me encanta leer sus historias de a 3! =)
Saludos desde Buenos Aires!!
Querida Maru,
Somos unos fans de tu hermoso país, de él además de traernos muchos kilos de más por culpa de vuestra exquisita gastronomía, nos trajimos la amistad de una familia que hoy en día conservamos y un recuerdo maravilloso de unos paisajes difíciles de describir. Tenemos ya varios post escritos en nuestro blog sobre Argentina y no van a ser los últimos. Algún día volveremos a tu bello país y te avisaremos!.
Gracias por viajar por el blog, recibe un fuerte abrazo viajero de los 3!!
Excelente artículo; dado el enfoque que le has dado estoy pensando en hacer uno similar sobre Bolivia inspirado en éste, espero que me permitas la licencia.
De vez en cuando te leo, porque me gusta ver que se escribe de viajes en otros paises y este tipo de lecturas son muy enriquecedoras.
Enhorabuena por el post, en particular, y por el blog en general.
Saludos de un espanol desde Santa Cruz de la Sierra, Bolivia
Hola Javier,
Encantada de que te guste mi forma de escribir y de contar mis propias experiencias viajeras junto a mi familia y creo que cada uno debemos de escribir en funcion de nuestras experiencias personales.
Por cierto, no conocemos Bolivia y nos encantaría visitarlo, ya lo tenemos apuntado en nuestra agenda viajera.
Un saludo de los 3!!
Una de las 7 maravillas del mundo natural.. tengo anécdotas maravillosas en las cataratas, luego de las cataratas, recomiendo ir mas hacia Paraguay, el famoso museo Tati Yupi, que aún albergan ejemplares que ya no existen en el mundo.
Mathias, no me extraña que te guste tanto el lugar, sin duda es una de las maravillas del mundo y nosotros salimos enamorados de él.
Gracias pr pasartr por el blog y por dejarnos tus consejos, tomamos nota.
Un fuerte abrazo!
Hola, te hago una consulta ya que también quiero viajar con mi bebé. Pudiste hacer todos los caminos con el bebé? Qué me aconsejas: llevar carrito o la mochila para tenerll a upa? Muchas gracias!
Hola Mily, encantada de saludarte!
Álvaro tenía por aquel entonces 18 meses y caminaba bien. A iguazú no llevé el carrito y cuando se cansaba de caminar lo subía en brazos, pero las pasarelas son cómodas.
Muchas gracias por pasarte por el blog, si tienes alguna otra pregunta, no dudes en consultarme.
Recibe un fuerte abrazo!!!