Cada 20 de enero los palmesanos (habitantes de Palma de Mallorca) celebran la festividad de su patrón Sant Sebastià. Desde el siglo XVII los palmesanos demuestran su agradecimiento a Sant Sebastià, por haberles protegido de la peste.

Las fiestas patronales duran varios días, casi una semana entera. Durante estos días los vecinos y «els forasters«, o sea, los que venimos de fuera, disfrutan/disfrutamos de todo tipo de eventos que se celebran en las calles y los hay para toda la familia. Conciertos, juegos infantiles, eventos deportivos, exposiciones, talleres, en fin actividades para todos los gustos y edades.

Este año he tenido la gran suerte de poder vivir las Fiestas de Sant Sebastià 2014 en primera persona gracias a haber sido invitada al #palmatrip. He de confesar que disfruté como una enana, reí, bailé, canté y sobre todo disfruté probando la rica gastronomía de la que disfrutan los palmesanos.

Palma

Palma
Pero sobre todas las actividades en las que participé, hubo una que me gustaría destacar porque me pareció una práctica tremendamente simpática, divertida y sobre todo muy sociable.

La noche del 19 de enero se celebra por las calles del centro de Palma una Verbena, la fiesta de los «foguerons i torrades», la fiesta que más les gusta a la gente de aquí.

Si amigos, os voy a contar en que consiste esta tradición y que se celebra la noche antes del día del Santo Patrón.

El ayuntamiento inunda las calles y plazas del centro de Palma con barbacoas o parrillas grandes acompañadas de numerosos troncos de madera para encenderlas. Después del encendido del gran «fogueró» por parte del Alcalde en la Plaza de Cort, miles de vecinos jóvenes y no tan jóvenes salen en busca de su parrilla para empezar a asar sus ricas viandas. Las más típicas en esta noche son las ‘llonganisses’ (un tipo de sobrasada), botifarrons (butifarras), xuia (panceta) y lomo, el pan tostado y el vino complementan el ágape.

Palma
Lo mejor de esta fiesta, no es la comida, que lo es sin duda, sino la esencia y con lo que yo me quedo es con el compartir con gente que ni siquiera conoces de nada la parrilla, el vino, la comida, animadas charlas y buenas risas al calor del fuego.

En mi caso estuve muy bien acompañada por gente maravillosa, compañeros de viaje y blogueros y amigos del #palmatrip que hicieron que esa noche se convirtiera en algo mágico y que sin duda nunca olvidaré.