Uno de nuestros viajes por Francia en camper nos llevó hasta los Alpes franceses y una de las localidades que no podíamos pasar por alto era Annecy y su bello lago. Una parada de varios días para darnos unos buenos baños y así mitigar el calor de finales del mes de julio, era algo imprescindible en nuestro viaje.
Annecy es la capital de la Alta Saboya, con los picos alpinos como telón de fondo a su lago y a escasos 30 kilómetros de la ciudad Suiza de Ginebra, la convierten en una importante parada dentro del circuito turístico alpino tanto en invierno cuando se regresa de las estaciones de esquí, como en verano cuando se utilizan las rutas alpinas para hacer Trekking.
En esta localidad y como no, junto a su maravilloso lago, todos los años, el primer sábado de agosto se celebra uno de los festivales pirotécnicos más impresionantes de Europa. En él se conmemora la unión entre el principado de Saboya y Francia. Nosotros tuvimos la suerte de poder disfrutar de estos impresionantes 80 minutos de fuegos artificiales al ritmo de la música, de las luces y de los efectos especiales en la celebración del 150 aniversario de la unificación.
Annecy a los pies de su maravilloso «Lago Azul»
También bautizado como el «Lago azul», el lago de Annecy ofrece un gran número de actividades aéreas, acuáticas y de nieve. Un entorno muy apreciado por ciclistas, windsurfistas y submarinistas que venimos de todas partes del mundo para disfrutar de este idílico lugar. Dispone de un carril bici de 46 kilómetros que te permite bordear el lago en su totalidad, es impresionante! Además de un bello paisaje puede presumir de ser uno de los lagos más limpios y más puros del mundo.
El casco antiguo o Vieile Ville es un laberinto de estrechas calles peatonales adoquinadas, pasajes con soportales, y salpicado por los canales que la recorren acompañados por sus ornamentados puentes. Todo este bello conjunto arquitectónico es lo que le da a Annecy el aspecto medieval que todavía hoy conserva con fuerza. Casi en su totalidad está adaptada al turismo, aunque eso no le quita ni un ápice de su tremenda belleza. La pequeña ciudad de Annecy, está llena de pequeños hoteles y bonitas pensiones, restaurantes heladerías y cafeterías para todos los gustos y bolsillos. Annecy, está reconocida como uno de los lugares destacados de la gastronomía francesa, ya que a orillas del lago se encuentran los restaurantes de cuatro grandes chefs con estrellas en la guía Michelin. La foundue saboyana es su plato estrella.
Annecy es una pequeña localidad con mucha vida, en verano se llenan sus calles a partir de las seis de la tarde, cuando los turistas salimos en busca del mejor lugar para disfrutar de una magnifica cena. Sus callejuelas iluminadas por la luz de los candiles están acompañadas por numerosos artistas callejeros, añadiñendole si cabe más romanticismo al entorno y creando un ambiente realmente inolvidable.
Nosotros llegamos a Annecy sobre el mediodía y como este viaje lo hacíamos en nuestra “Cali” no teníamos que buscar alojamiento. El pueblo dispone de dos zonas para autocaravanas y nosotros nos decidimos por el parking que hay justo al entrar a la ciudad, ente el lago y la Vieile Ville, pegadito a la comisaría de la gendarmería, ideal porque más céntrico y seguro imposible.
Nuestros días aquí transcurrieron muy tranquilos, pedal tras pedal, la recorrimos de cabo a rabo con nuestras bicis. Por el día buscábamos una “playa” en el lago para relajarnos y refrescarnos, a lo largo del lago, existen unas zonas adaptadas al baño que cuentan con partes ajardinadas con césped para tumbarte, duchas y baños para que la gente pueda tomar el sol con todas las comodidades.
Las tardes las dedicamos a intentar conocer más de los pequeños pueblitos que se alinean junto a la orilla del lago y que son fácilmente accesibles en bici. Cuando caía la noche paseábamos por la ciudad o los jardines aledaños a esta que se juntan con el lago y donde la población local va a pasar las tardes noches entre músicas tradicionales y bailes improvisados en los que también participamos nosotros.
Una de las excursiones que más le gustó a Álvaro fue el mini crucero de la compañía Bateaux recorrido de algo más de una hora por el lago. Las vistas son espléndidas, te adentras en medio de un paisaje alpino único en medio de un lago glacial como el Luc du Annecy, teniendo en cuenta que para unos canarios como nosotros que no estamos acostumbrados a este tipo de paisajes nos resultó una preciosa excursión. Los barcos zarpan en verano cada hora desde el canal del Thiou.
Unos días en Annecy harán que vuelvas al pasado, que retrocedas en el tiempo hasta el Medievo, unos días en Annecy harán que disfrutes de la naturaleza, que te sientas observado por los impresionantes Alpes, que te envuelva con sus aguas turquesas el maravilloso lago, unos días en Annecy serán suficientes para que nunca más te olvides de ella.