Amigos viajeros en general y mochileros en particular, este post va dedicado a todos nosotros porque, ¿quien no ha viajado alguna vez con la mochila colgada a la espalda?
Preparar la mochila, ¡¡que tarea más complicada!!, pensé la primera vez… Porque muchos de los que nos conocen, creen que somos unos expertos en este arte de viajar, pero amigos..también tuvimos nuestra primera vez y sobre todo yo, menos mal que tuve al mejor de los maestros, Octavio. Por aquel entonces vuestro amigo Álvaro todavía no estaba en proyecto, así que los protagonistas de esta historia somos solo dos.
No os riáis de mi por favor cuando leáis ésta mi primera experiencia como mochilera porque aunque me de vergüenza reconocerlo, siempre recordaré la primera vez que me fui de viaje (con el que era en aquel entonces mi novio y después de muchos años sigue siendo mi marido y compañero de viaje, Octavio) y preparé mi primera mochila. Hasta ese momento, lo poco que había viajado, siempre lo hice con un super maletorro de ruedas con el neceser a juego y 40.000 trapillos, (si ya lo sé, mucho he cambiado) Como chica que soy ya sabéis…esto por si esto por si también,… esto por si no…Bueno el caso es que no os podéis imaginar la cara que se me quedó cuando Octavio empezó a quitar cosas y más cosas de aquella mochila parecía estar poseído, nada le parecía bien, todo le sobraba, yo sentada en la cama no daba crédito a lo que estaba viendo.
¡¡Dios no me lo podía creer, me iba a dejar sin nada!! Hoy en día y después de haber preparado un sinfín de mochilas os puedo asegurar que cada vez me llevo menos cosas y sabéis porque?, la experiencia me ha demostrado que al final siempre terminamos poniéndonos lo mismo.
Preparar la mochila es un arte aunque no lo parezca
Nos hemos acostumbrado a viajar cada uno de nosotros con su propia mochila. A continuación tomad nota porque os voy a contar todo lo que lleva cada uno de nosotros para un viaje largo de entre 25 y 30 días (normalmente en verano) y si me lo permitís os daré unos consejitos.
Alergias alimentarias.
Viajeros, si padecéis alguna intolerancia como por ejemplo el gluten, como es nuestro caso, os aconsejamos llevar alimentos no perecederos en una mochila aparte y que nunca facturaremos, con la salud de uno no se juega.
Ropa interior.
6 mudas (bragas o calzoncillos) y 2 ó 3 pares de calcetines.
Camisetas.
5 ó 6 camisetas.
Pantalones.
2 ó 3 pantalones cortos y 1 pantalón largo cómodo.
Calzado.
Unas cholas plásticas para playa y duchas, Unas cholas más cerradas tipo sandalia y unas zapatillas de deporte o unas botas para caminar.
* cholas = palabra canaria para designar a las chancletas.
Varios.
Gafas de sol, 2 bañadores, 1 jersey de manga larga fino y 1 forro polar (en trayectos largos en bus los vais a necesitar). 1 pareo familiar para la playa (nada de toallas, pesan, abultan y tardan en secar), 1 toalla para la ducha y otra chiquita para el aseo diario, (ambas de Decatlón, no pesan, no abultan y se secan en 5 minutos).
Neceser.
Crema y barra de labios anti-solar de alta protección (factor 50), spray anti-mosquitos de una buena marca, nosotros hemos apostado por la marca Relec, además 1 anti-mosquitos eléctrico, 1 ladrón acorde con los enchufes del país, los cargadores de móvil y cámara de fotos, auriculares para escuchar música, botiquín completo (véase apartado de sanidad), chubasquero, funda para la mochila, gorra, set de viaje (tijeras, pinzas,alfileres e hilo) y 1 pijama, gel & champú (2 en 1 de Mercadona), crema hidratante (cara y cuerpo), crema de afeitar y hojillas, peine, pasta dientes y cepillo, desodorante y colonia fresquita.
Consejillos.
Lo más importante es tener claro con que clima nos vamos a encontrar durante el viaje y que tipo de orografía tiene el lugar según las zonas que queramos visitar, en función de eso organizaremos la ropa y calzado. Una vez por semana aproximadamente llevaremos la ropa a la lavandería, suelen tardar como mucho un día en tenerla lista. Por este motivo os aconsejo llevar ropa para trote, ni demasiado nueva ni demasiado buena, en algunos países la calidad de las lavanderías no es la misma a la que estamos acostumbrados y os podéis llevar alguna que otra sorpresa al recogerla.
Si vais a visitar un país musulmán, no olvidéis meter en la mochila un fular, sirve para cubrirnos la cabeza o los hombros (en el caso de las chicas). En países budistas utilizar el mismo pareo de la playa para cubriros las piernas también los chicos.
Recordad que vais probablemente vais a tener que cargar la mochila durante muchos días, durante varias horas, con calor, lluvia y/o viento…
Resumiendo, la experiencia nos ha demostrado que cuanto menos pese la mochila más éxito tendrá el viaje.