Por tratarse de un país asiático ya dábamos por hecho que sería de nuestro agrado, los que nos conocéis bien, sabéis que somos unos locos enamorados de este continente.

Cuando a la familia y amigos les comentamos que queríamos visitar Corea, nos miraban con cara de sorpresa quizás debido a lo poco turístico del destino o motivados por las noticias que anunciaban en televisión sobre un posible ataque de Corea del Norte contra Corea del Sur con misiles, aún así nosotros estábamos convencidos de que nuestra elección sería un triunfo.

A este país destinaremos un total de diez días y recorreremos varias de las ciudades más importantes antes de volar a China. Seoul, Busan, Daejeon, Daecheon, son las elegidas.

Tocamos tierra coreana transcurridas 21 horas desde que salimos de Madrid, os podéis hacer una idea de como estábamos, hechos trizas!!. Avión, metro y por fin poníamos los pies en una de las grandes urbes de este país, estábamos en Seul y teníamos que encontrar nuestro hostel. Como no podía ser de otra manera y cada vez que llegamos a un país asiático, nuestras experiencias son poco menos que sorprendentes y divertidas y este no iba a ser diferente…

El primer contacto con la gente de aquí lo tuvimos nada más bajarnos del metro. Con la batería  del móvil agotada, nos dirigimos con el mapa de la ciudad en la mano hacia un señor que andaba por la zona para preguntarle por la dirección de nuestro hostel. El pobre no tenía ni idea, después de intentar localizarla a través del gps de su móvil, hizo varias llamadas por teléfono sin obtener ningún resultado, le agradecimos su ayuda y nos marchamos…cansados, acalorados, desorientados y cargados con nuestras mochilas nos dispusimos a enfilar una gran avenida atestada de coches y custodiada por enormes edificios acristalados en busca de mejor suerte.

Viendo que no dábamos con la calle del hostel y ya se estaba haciendo de noche, Montse  optó por la vía rápida, dejó a Octavio plantado con las mochilas en una glorieta entre medio de varias avenidas. Acompañada por Álvaro y con la dirección anotada en la guía estaba decidida a solucionar cuanto antes la situación y se dirigió a un coche de la policía local.

No se si sabéis que en Corea hay mucha gente que no habla inglés, el policía que nos atendió, era uno de ellos. Después de varios minutos intentando hacerse entender, el amable agente le cedió el móvil a Montse para que hablase con la central, la idea dio sus frutos. Los agentes sin perder la sonrisa les montaron en el coche patrulla para ir en busca de Octavio. Os podéis imaginar la cara de éste cuando vio llegar al resto del equipo montados en el coche de la poli, no llevábamos ni una hora en la ciudad y ya estábamos de esta guisa jajajaja!!!!!
Los agentes nos ayudaron a tirar de las mochilas y nos llevaron hasta la puerta del hostel. El final de esta graciosa historia fue la foto en equipo.

Anécdota aparte, durante nuestra estancia en este país, las muestras de cariño de la gente hacia nosotros y sobre todo hacia Álvaro se han sucedido a diario. Amables, cordiales, simpáticos, divertidos, así son las gentes de aquí, poco acostumbrados a ver turistas y menos a una familia con un guapo rubio haciendo Jumps en cualquier lugar de la ciudad y recorriendo sus calles con las mochilas.

La espontaneidad de la gente, nos ha echo vivir situaciones curiosas, desde invitarte a tomar vino de arroz o comer con ellos en un puestito en un mercado, a ver salir a los enfermos de un hospital enchufados al carrito del goteo yendo al minimarket de la esquina, o que los fotografiados seamos nosotros. Aquí todo parece tan natural, no viven pendientes de nadie, van literalmente a su rollo, visten de cualquier manera que les apetezca, pero en cambio, sienten un profundo respeto hacia todo el mundo, se desviven por ayudar a sus mayores, a los cuales les tienen instauradas una serie de prioridades en todos los lugares públicos, que ya quisiéramos poderlo disfrutar en occidente.

En cuanto a su gastronomía, y para los amantes de la comida picante, sin duda este es buen sitio, casi todo pica y mucho, aunque no por ello deja de estar riquísimo!!

No podíamos empezar con mejor pie nuestra aventura del #Asiapara3, una vez más para nosotros, Asia ha aprobado con nota alta, nos encanta Asia!!!!.

Elegir llegar hasta aquí ha sido un pleno en la diana!. Hasta pronto Corea del Sur!!!!!!