Una de las frases que a nosotros más nos gusta poner en práctica cuando viajamos es; Donde fueres, haz lo que vieres, claro está, siempre que eso no suponga un peligro para nuestra integridad física, aunque cuando llegamos a Asia, la cosa se complica.
En Asia hay miles, millones de motos por todas partes y una de las cosas que más nos llamó la atención es la habilidad que tienen encima de ellas, todos los miembros de la familia viajan en moto a la misma vez. Antes de visitar Asia por primera vez, habíamos visto en fotos e incluso en reportajes de la televisión esta imagen tan común en ese continente, creedlo que es verdad, nosotros hemos llegado a contar hasta seis personas encima de la moto y circulando a gran velocidad, incluido un bebé reciben nacido. Entenderéis ahora el porqué lo hacemos nosotros?, al fin y al cabo solo somos tres!. Varias han sido las veces que hemos alquilado una moto, normalmente tipo Scooter, para recorrer las ciudades e incluso las islas de Asia.
En moto y en familia al estilo de Asia!!
Nuestra primera vez fue nada más y nada menos que en la preciosa isla de Koh Tao, la experiencia fue buenísima, poco tráfico, Álvaro era pequeño y no abultaba nada, calorcito, bañitos de playa en playa, vamos lo que viene siendo una maravilla de experiencia. Al año siguiente viajamos a Vietnam y tuvimos la osadía y/o valentía de querer volver a probarlo.
Ciudad costera de NhaTrang, indudablemente no era la pequeña islita de Koh Tao, nada que ver, esto era…Para que os podáis hacer una idea, los diez primeros minutos fueron toda una pesadilla, incluso llegamos a arrepentirnos de haberla alquilado. Coches y más coches, motos y más motos salían por todas partes, sin control, sin ningún respeto por las normas de tráfico, mirad como fue, que una de las veces decidimos hacer un stop para incorporarnos a una avenida con un tráfico infernal y casi nos quedamos allí a vivir en esa esquina para siempre ¡¡SOCORROOOOOO!!
Inmóviles, paralizados, acongojados por la situación, nos dimos cuenta que había llegado el momento para poner en práctica la frase de, allá donde fueres haz lo que vieres, era el lugar y el momento ideal para ello y así lo hicimos. Casi con los ojos cerrados y apretando los dientes nos lanzamos a la locura, básicamente hicimos como ellos, pasarnos las normas por el bolsillo, acelerar la moto e irnos difuminando entre la marabunta de motos que incesantemente circulaban por la famosa avenida marítima de Nha Trang.
Pasadas unas horas y cuando parecía que ya estaba todo controlado ¡Cataplum! rueda pinchada a las afueras de la ciudad, hora de la siesta y un calor sofocante. Por raro que parezca sobrevivimos a esa jornada motera tan intensa. Pasado ese pequeño calvario, pasamos tres días recorriendo parte de la provincia de Nha Trang, le fuimos cogiendo el gustillo a esta forma tan especial de conducir, así que lo volvimos a intentar en Koh Chang, Tailandia, esta vez nos fue mucho mejor, la isla era tranquila y con la motillo volvimos a disfrutar de unos días estupendos yendo de playa en playa. Después siguió Krabi y Koh Lanta en Tailandia.
Ahora después de haberlo hecho tantas veces, ya somos unos expertos en la materia y no dudamos en echar mano de este medio de transporte para desplazarnos de un lado a otro cada vez que volvemos a Asia, a pesar de que Álvaro ya no es tan chiquito y la falta de espacio empieza a ser importante seguimos pensando que moverse en moto, resulta mucho más divertido, rápido y económico que hacerlo en bus, metro, tuk tuk o taxi.
Moverte por Asia con toda la familia montados en una moto, es una experiencia que no podéis dejar escapar!!