¿Como organizamos un viaje cuando vamos con nuestros peques?, interesante pregunta que nos solemos hacer todos los padres la primera vez que intentamos realizar un viaje de estas características.
Pues bien, nosotros desde nuestra experiencia, hemos desarrollado unas pautas a seguir. La lógica es la mas importante pues no hay nada como los padres para saber hasta donde pueden llegar nuestros hijos, lo que pueden hacer, lo que pueden comer, si se suelen marear , si son enfermizos y un largo etcétera que se amplía conforme se llega al momento de la partida. Si queremos que la experiencia funcione, intentaremos que el niño note los menos cambios posibles, esto afecta sobre todo a los horarios de comidas y sobre todo al sueño.
Según la edad del los hijos elegiremos el destino. Aquí tenemos que tener en cuenta varios aspectos:
1- Entre 0 y 4 años, los niños se entretienen con cualquier cosa, no suelen marearse con facilidad, por su pequeño tamaño suelen viajar muy cómodos en cualquier medio de transporte, aunque pensemos que son muchas horas de vuelos, bus, tren, etc. suele ser mas pesado para los papás que para los niños, ellos se tumban en el asiento y descansan lo que no está escrito. Suelen usar carrito y es mas fácil para transportarlo en las excursiones y visitas, descansan mucho mas. Aquí el abanico de destinos es muy amplio.
Aquí tenemos el ejemplo de nuestra visita al yacimiento arqueológico de Palenque en México, mayo de 2004, Alvaro tenía dos añitos y medio.
2.- Entre los 4 y 8 años, mas o menos empieza todo lo contrario al punto 1.-, los niños empiezan a aborrecer y odiar algunas comidas, (quien a esta edad quería verdura?), por lo que tendremos que mirar mas el tipo de gastronomía que hay en ciertos destinos. También suelen aburrirse con muchas cosas, horas de buses, tren, etc.., por lo que yo recomiendo una consola, ¡¡sí una consola!! (Nintendo DSI, PSP, iPod Touch,…), puede proporcionar a los papás algunas horas de relax y a los niños algo de distracción. Una pelota de goma-espuma siempre es una gran solución, permite una partida de fútbol o de cualquier otro juego para compartirlo con los niños del lugar. Los clásicos juegos de mesa magnéticos y sobre todo y algo muy didáctico una pequeña caja con colores y
un bloc para dibujar, siempre se les puede animar a que nos dibujen las sensaciones del viaje que está realizando.
Una pachanga futbolera con niños en el Castillo de la Ciudadela de Ankara, Turquía, mayo de 2006, Alvaro con sus cuatro añitos y medio.
3.- A partir de los 8 años, los niños ya se sienten mayores, quieren compartir, participar directamente y se atreven con muchas cosas, lo que a veces debemos parar jejejejejeje, aquí no suele haber problemática, les cuentas la historia de los lugares que van a visitar y quieren más, caminan bastante e incluso animan a los papás a hacer mas cosas. En cualquier destino, con un parque acuático, de atracciones, pistas de sky o de patinaje sobre hielo, siempre los animas a pasar un día inolvidable. Lo más importante a partir de esta edad es que empiezan a valorar los viajes, recuerdan lo que han visitado y lo comparten con los demás.
Alvaro con 10 años recién cumplidos y 15 países a sus espaldas, es un niño al que le encanta viajar y compartir con nosotros las anécdotas de nuestros viajes con él. Es consciente de la suerte que tiene por vivir estas experiencias.