Bastante caótica, tradicional, futurista, enigmática, desafiante, amable, desenfrenada, apacible,….. Estos y muchos mas adjetivos le podríamos poner a la ciudad de Bangkok. A esta ciudad o se la ama o se la odia, es el comentario de un amigo nuestro, pero nosotros somos de la opinión que se le ama, no conocemos a nadie que no haya regresado de ella alucinado. El saber mezclar, casi por casualidad, tradiciones antiguas con todo lo moderno, la hacen especial.
Nosotros somos unos enamorados de la ciudad, entre idas y venidas por Tailandia y otros países del Sudeste Asiático hemos estado unas cuatro veces, con promedio de tres noches cada vez y siempre la tenemos presente, siempre estaríamos dispuestos a regresar . Alvaro que la visitó por primera vez con seis añitos y medio, todavía guarda gratos recuerdos de ella, señal que le llenó, no le pasó desapercibida, le marcó.
Todas las veces que hemos estado en Bangkok siempre nos hemos alojado en la zona de Khao San Road, conocida como el barrio mochilero. Esta calle y sus aledañas rezuman viajes y fiesta, es el punto de partida y regreso de miles de viajeros que deciden aventurarse por el sudeste Asiático, está llena de hoteles económicos o muuuy económicos, se encuentra cerca de los puntos de interés de la ciudad y por la tarde noche se transforma en un gran mercadillo variopinto donde se encuentra de todo. Los puestos callejeros de comida se llenan de viajeros hambrientos, donde el placer comerse un exquisito Pad-Thai está asegurado. En los bares y pubs, la música retumba hasta altas horas de la madrugada. El crisol de culturas se entremezclan obsequiándonos con todo tipo de especímenes interesantes, pero eso si, cada uno a su rollo.
Una de las cosas que siempre nos ha llamado la atención de esta ciudad son sus Centros Comerciales, los hay de todo tipo, para mayoristas, minoristas, sólo de tecnología, de tecnología pirata, complementos, ropa, de lujo, etc…, puedes encontrarte una tienda de Lamborghini o Porsches en la 5ª planta de alguno de ellos. Pero eso si, en todos tienes una planta que está llena de puestos de comida de casi todas las regiones del país y de países vecinos, en los que hacer una parada y llenar el estómago. Es una cosa que tiene el país y esta ciudad en particular, que puedes comer a cualquier hora.
En una ciudad tan grande y que ha crecido de una forma descontrolada, el tráfico es uno de sus puntos negros, casi a cualquier hora las grandes avenidas están colapsadas, pero esto lo solucionamos pillando los famosos tuk- tuk, pequeñas motocicletas de tres ruedas que tiran de un carromato donde van los pasajeros. Son muy divertidos, aunque si es cierto, que montar en ellos es todo un deporte de riesgo, para ellos no suelen existir las señales de tráfico, es decir no respetan ni una, si tienen que ir en dirección contraria un rato, van, si tienen que hacer un cambio de sentido en lugar prohibido, lo hacen. También una forma de moverse es por el río Chao Praya, atraviesa la ciudad en dos y en momentos del día se convierte en una avenida de la cantidad de diferentes embarcaciones que navegan por él. Es una forma muy económica de atravesar la ciudad en un ambiente fresco. No sin olvidarnos de los pequeños canales que recorren parte de la ciudad y donde viven y trabajan unos vendedores bastante curiosos que no dejan de ofrecerte pedacitos de la exquisita gastronomía de esta maravillosa ciudad. El Skaytrain y el metro son otros medios de transportes rápidos para moverse, lo curioso es lo del Skaytrain, que va a una altura de unos cuatros pisos, dándole un aire algo futurista . Los taxis, son los que dan mas colorido si cabe a la ciudad, son de diferente colores, pero todos chillones, fucsias, amarillos, verdes lima, turquesas, etc, si quieres un viaje bien fresquito hazlo en uno ya que ponen el aire acondicionado a full, eso si, no tengas miedo porque son económicos y siempre con el taxímetro puesto.
Los mercados callejeros son una auténtica pasada en esta ciudad, y como en todo el país, debido a las altas temperaturas diurnas, éstos los montan por la tarde noche, para que el sol no castigue a sus visitantes. Bueno hay uno que es de día, es el famoso mercado de fin de semana de Chatuchack, pero éste es otro cantar, es inmenso y aquí si que puedes encontrar de todo, y ya sabes debes de ir con ganas de regatear y mucha paciencia, pues se llena de gente. Uno que está bastante bien es el que montan en Khao San Road, si no tienes ropa mochilera de allí sales vestido como un auténtico mochilero, jejeje.
De Bangkok podríamos seguir hablando mil cosas mas, y seguro que en próximos post lo haremos, solo queríamos dar una visión particular de porque nos gusta tanto esta ciudad, que es lo que tanto nos enamoró y porqué no descartamos una nueva visita en un futuro próximo.
#POSTAMIGO.
Mas opiniones sobre esta alucinante ciudad en La Gaveta Voladora. También en La Zapatilla. Y en el de En el camino con Moonflower.