Arlés está entre los muchos pueblos y ciudades de gran belleza e interés histórico y cultural con los que uno se va cruzando cuando decide atravesar esta bella zona de La Provenza francesa. Hoy viajamos con vosotros hasta la Arlés romana, medieval y moderna que tanto nos cautivó.
La estancia en esta bella ciudad coincidió con nuestro #Europara3 y ya de vuelta hacia España. A pesar de haber visitado Francia en numerosas ocasiones, todavía no conocíamos La Provenza y no podíamos pasar por alto el recorrer y descubrir lo que esconde esta romántica y bella zona. La época estival, es sin duda uno de los mejores momentos para acercarse hasta aquí ya que aprovechando el buen tiempo y las vacaciones escolares y laborales es muy común la celebración de un sinfín de festivales culturales.
Durante nuestra estancia en Arlés quisimos empaparnos de toda la historia que envuelve a esta bonita localidad Patrimonio de la Humanidad y participar junto a sus habitantes de todos los actos que para estas fechas tienen preparados. Y esto fue lo que aprendimos e hicimos:
Una de las cosas que aprendimos sobre la ciudad, es que fue una de las primeras colonias romanas fuera de Italia, a pesar de haber sido fundada por los griegos con anterioridad. También sabemos que en la época medieval fue considerada como uno de los grandes centros religiosos del Cristianismo y que Vincent Van Gogh vivió aquí y le dedicó a Arlés un gran número de sus obras.
Arlés, un pedacito romano en la Provenza
La Arlés romana, aún hoy conserva de manera impecable un majestuoso Anfiteatro, llamado Las Arenas de Arlés y unas fiestas que hacen que sus habitantes rememoren año tras año su origen.
Las Arenas de Arlés, fue utilizado en su día y hasta el final del imperio romano por gladiadores como un templo de juego, más tarde siguió utilizándose para diversos espectáculos como representaciones de grandes cazas y combates. En 1840 es calificado como monumento histórico de Francia. Hoy, este hermoso espacio se utiliza para espectáculos taurinos, eventos musicales y teatrales.
Álvaro es un apasionado de todo lo que tenga que ver con los romanos, ya os hemos contado en más de una ocasión lo mucho que le gusta a este joven empaparse de su historia. No hay ciudad por la que pasemos y que tenga un pasado romano en la que podamos dejar de parar, ya se encarga él de insistir para que la visitemos.
Esta vez tuvimos mucha suerte pues justo cuando nosotros llegamos a finales de agosto, se celebra en Arlés una gran fiesta familiar que escenifica la conquista romana de esta zona y en la que se organizan numerosos talleres. En ellos se da a conocer a propios y extraños como eran los campamentos, la gastronomía o como entrenaban a los legionarios romanos.
Álvaro la disfrutó de una manera muy especial, fue llamado a filas como un romano más y entrenado por los centuriones al mando de su ejército. Sin apenas hablar francés, se entendió a la perfección con todo el grupo. Éstos al ver que el niño era español, no escatimaron esfuerzos en chapurrear nuestro idioma y hacer que este joven soldado romano venido de Hispania se sintiera de lo más a gusto. Una vez más, nuestros vecinos hicieron gala de una gran hospitalidad y simpatía.
Además como es habitual en Francia, si vienes a visitar Arlés con tu furgoneta o autocaravana, tienes un precioso espacio frente al río con vistas al pueblo donde poder hacer noche, y con la posibilidad de poder llenar el depósito y hacer uso de unos baños públicos cerca del lugar donde estacionas.